Se acaba el 2014, el cual será recordado como un año de bastante movimiento en la política nacional. Si bien gran parte de esta corriente se puede explicar por el espíritu “reformista” del Gobierno de Michelle Bachelet, existen otros hechos, como la conformación de nuevas alianzas políticas, que han cambiado el status quo.
Quizás porque no se ha concretado en una alianza política electoral no fue ensalzado como debería, pero al momento de hacer los análisis del 2014 se hace necesario destacar este movimiento de piezas de ajedrez.
Las instituciones políticas y las diferentes coyunturas históricas han creado incentivos para que los diferentes grupos no se aventuren por fuera de la Coalición por el Cambio o de la Nueva Mayoría. Los casos del PRI y el PRO en la actualidad y en su momento de Chile Primero muestran que la única manera de sobrevivir a estos dos grupos, es la búsqueda de elecciones locales, apostando por la identidad regional (Boric, Mirosevic, Horvath y Bianchi).
Sin embargo, la reforma al sistema electoral ha incentivado nuevas movidas en el tablero de alianzas políticas, siendo la más interesante la alianza (por ahora programática) entre Fuerza Pública, Red Liberal y Amplitud.
El camino siempre complejo de lograr unir actores que provienen de espacios políticos diferentes (de la centroizquierda y la centro derecha) es lo que hace interesante este proceso.
¿Qué demostró este acuerdo? Que existe un espacio donde las ideas de la democracia, el mercado y las libertades civiles pueden habitar en conjunto. Que existe un espacio donde se crea que para que el mercado funcione debemos asegurar que las personas puedan cambiar las condiciones en las que nacieron.
La creación de esta alianza programática, que sólo Dios sabe si terminará en un partido político, es uno de los sucesos del año, porque a) demuestra que la transición cultural se está acabando y b) porque demuestra que los incentivos de una reforma electoral van a cambiar la realidad política de nuestro país.
Ya vendrá el día en que soplen en el mismo valle todos los vientos liberales, pero mientras se prepara el camino, ya hemos asegurado que el centro liberal existe. (La Nación)