El presidente Francois Hollande llegó a Cuba en la primera visita de un mandatario francés a ese país en más de un siglo.
La de Hollande es la última de una serie de visitas de funcionarios occidentales que buscan nuevas oportunidades y vínculos con La Habana, desde diciembre cuando Washington anunció que ambos países estaban buscando normalizar sus relaciones.
Desde entonces han estado en Cuba el canciller de Holanda, el ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, y funcionarios de Japón y Reino Unido.
Hollande llegó al Aeropuerto Internacional José Martí el domingo en la noche y fue recibido por el vicecanciller Rogelio Sierra.
La visita, según indicó París, tiene el objetivo de impulsar los intereses de Francia y la UE en Cuba.
Francia «desea ser la primera de las naciones europeas, y la primera de las naciones occidentales, que es capaz de decir a los cubanos que estaremos a su lado si deciden tomar los pasos necesarios hacia la apertura» declaró Hollande a la prensa antes de viajar a La Habana.
«Cuba desea avanzar hacia una nueva fase, un nuevo período, una nueva era para esta isla que ha sido víctima de un embargo» señaló el mandatario en una escala en Guadalupe, en las Antillas.
Y agregó que retirar el embargo era «clave» para la apertura de Cuba hacia el resto del mundo.
«Todavía hay una serie de medidas que obstaculizan el comercio y la industria» señaló Hollande.
Se espera que Hollande se reúna con el presidente Raúl Castro el lunes y dijo que está «disponible» para reunirse también con su hermano Fidel.
Esta reunión, sin embargo, no ha sido confirmada por La Habana.