Un 45% de los estudiantes provenientes de sectores vulnerables ha tenido la intención de abandonar sus estudios universitarios o en institutos profesionales por problemas relacionados a la salud mental, según la primera encuesta nacional de inclusión en la educación superior realizada por la Fundación Portas.
En la antesala del inicio del proceso de postulación a las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, desde la institución hicieron un llamado de atención para que las instituciones sean capaces de ofrecer los acompañamientos necesarios a sus alumnos para evitar deserciones que afecten la inclusión social.
Al respecto, la directora del área social de la entidad, María José Juárez, señaló que «esto nos pone una alerta importante, y en congruencia con esos datos, el 75% de los encuestados mencionó que uno de los apoyos de mayor relevancia para la permanencia en la educación superior, es el que se puede ofrecer en salud mental«.
Otro factor que puede incidir en la salud mental de los estudiantes son las relaciones que establecen con sus docentes y entre los mismos jóvenes. Así, el 28.8% de los encuestados declaró sentirse menospreciado por sus docentes en el caso de las universidades, y 30.7% se ha sentido menospreciado por sus compañeros.
Desde el punto de vista académico, el 56,4% de los y las becadas que estudian en IP o CFT considera que sus profesores apoyan a quienes presentan mayor dificultad en los ramos, mientras que el 40,5% de quienes estudian universidades observa eso en sus académicos.
Por otra parte, el 55,3% de quienes estudian en universidades, considera que sus profesores suelen asumir que todos los alumnos traen la misma base de conocimiento. Este grupo es el 51,3% de quienes estudian en IP o CFT.
La encuesta también reveló la falta de compatibilidad entre las actividades académicas y la búsqueda de un trabajo, un punto importante sobre todo para los estudiantes que pertenecen a los cuatro primeros deciles socioeconómicos y que necesitan trabajar para financiar gastos propios de la educación superior.
En el estudio participaron 381 estudiantes de educación superior que pertenecen a sectores vulnerables y que están cursando sus estudios gracias a las becas entregadas por la fundación en las regiones Metropolitana, Biobío y la Araucanía. (Emol)
