Es decir, si el gobierno de la UP hubiera sido mayoría no habrían importado sus reiteradas vulneraciones a la Constitución y las leyes ni su quebrantamiento del Estado de Derecho —representados en su momento por la Cámara de Diputados, la Corte Suprema y la Contraloría—; menos que impulsara poderes paralelos a los institucionales o amenazado con la violencia revolucionaria —que consideraban inevitable y legítima— para asumir el poder total; tampoco que su objetivo inexorable fuera el socialismo, pero no el socialdemócrata —al que una parte de la izquierda adhiere hoy—, sino aquel que predicaba la dictadura del proletariado y que construía muros para impedir que huyeran sus ciudadanos. El Muro de Berlín es una constatación de esta verdad incontrastable.
¿Erosionar sistemáticamente las instituciones de una democracia acaso fue una conducta democrática? No. El gobierno de la UP hizo colapsar nuestra democracia hasta clausurarla y por eso fue el principal responsable de conducir a Chile hacia una encrucijada inevitable entre guerra civil o intervención militar. (El Mercurio Cartas)
Jorge Jaraquemada R.
Director ejecutivo Fundación Jaime Guzmán