Las autoridades de Venezuela cifraron esta madrugada en al menos 68 el número de fallecidos dejado por un motín que se generó en los calabozos de la Comandancia General de Carabobo, ubicada en el centro del país.
“Estamos determinando con exactitud. En este momento la cantidad de víctimas se está identificando y en el momento oportuno se le va a brindar el parte de la cantidad de víctimas fatales que lamentablemente enluta al estado Carabobo”, había dicho momentos antes el secretario de Gobierno de ese estado, Jesús Santander.
Ello, mientras la Gobernación de Carabobo indicaba que el cuerpo de Investigación Científica Penales y Criminalísticas así como la Fiscalía y el director de la Policía de Carabobo, José Aldama, tenía la función de indagar el hecho para “determinar las causas que lo originaron”.
Medios locales habían informado más temprano de la muerte de cinco reclusos y dos policías heridos. Sin embargo, según Carlos Nieto, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, en los hechos murieron decenas de personas. Tras horas de presión para que la autoridad informara cifras oficiales, esta madrugada la Fiscalía de Venezuela confirmaba la existencia de al menos 68 fallecidos. Según denunciaron a la agencia de noticias Efe familiares de los internos, sus parientes perdieron la vida por asfixia y quemaduras.
“Ante los terribles hechos acaecidos en la Comandancia de la Policía del Estado Carabobo, donde por un presunto incendio fallecieron 68 personas, hemos designado cuatro fiscales (…) para esclarecer estos dramáticos hechos”, señaló el fiscal general, Tarek William Saab.
Después del motín, varias decenas de familiares aguardaban frente a la comandancia policial en espera de información, una situación que se tornó violenta y derivó en lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la veintena de efectivos uniformados que resguardaban la comisaría.
En su nota de prensa, la Gobernación de Carabobo expresó su solidaridad a los familiares de las víctimas fatales y aseguró que dará apoyo “con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos”. (La Tercera)