Los familiares de las víctimas del atentado a la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994 y sigue impune, pidieron durante este viernes en Buenos Aires que se juzgue por «traición a la patria» a la ex presidenta argentina Cristina Fernández y al resto de los procesados por encubrimiento a ciudadanos iraníes prófugos.
El atentado, que la comunidad judía atribuye a Irán y al grupo chií Hizbulá, fue el segundo contra judíos de Argentina, después de que 29 personas murieran en 1992 al explotar una bomba frente a la embajada israelí, también sin esclarecer.
La ex mandataria, que gobernó en Argentina entre 2007 y 2015, ya fue procesada con prisión preventiva por esta causa, aunque sus fueros parlamentarios la mantienen en libertad.
«Los imputados han ayudado a quienes con sus actos se han constituido en enemigos de la Nación Argentina», aseguraron los familiares querellantes en la causa Luis Czyzewski y Mario Averbuch, en un escrito presentado en el juzgado federal de Claudio Bonadio, juez en la causa, en el que reclamaron se envíe a juicio a todos los acusados, según informó la agencia estatal Télam.
El abogado de los familiares, Juan José Ávila, afirmó que ellos consideran que se «han realizado actos de ayuda que menoscaban objetivamente la independencia e integridad jurídica, ética y moral del Estado argentino».
La Cámara Federal de Buenos Aires -tribunal superior- confirmó los procesamientos por presunto «encubrimiento agravado, abuso de autoridad y estorbo de un acto funcional» pero desestimó la imputación por «traición a la Patria» que había incluido Bonadio en su fallo, por lo que ahora, los familiares pidieron que se abra el juicio oral y se agregue también ese delito.
A su juicio, un Memorándum de Entendimiento firmado entre Argentina e Irán en 2013 -que según el gobierno de Fernández buscaba colaboración conjunta para investigar el atentado pero que para la Justicia suponía encubrir a los acusados iraníes- era una «forma artera y subrepticia de elaboración y suscripción».
Los familiares reivindicaron que «no era necesaria la firma de un tratado internacional para lograr la declaración de los imputados» en el caso de que el país árabe hubiera querido cooperar con la investigación, así como que «para ello era suficiente que (los acusados) declararan vía Skype».
Tanto Czyzewski como Averbuch perdieron a sus hijas en el atentado, y ambos se presentaron como querellantes en la causa por la denuncia del fiscal Nisman. (Cooperativa EFE)
