Ante una masiva concurrencia, el presidente de Sofofa, Bernardo Larraín, hizo un llamado al empresariado a participar más de la agenda pública.
Esto, en su primera cuenta pública al mando del gremio. En su intervención, el dirigente afirmó que la misión de Sofofa es hoy “validar a la empresa como un actor confiable y relevante en el proyecto de hacer de Chile un país más desarrollado, moderno e inclusivo”.
“Debemos entrar a la cancha del debate público a competir con muchos otros actores que hace mucho tiempo decidieron hacerlo. Y debemos hacerlo de la misma forma que ellos: sin complejos, sin inhibiciones, asumiendo nuestros intereses, pero sobre todo explicando cómo estos están alineados con el interés general. Debemos hacerlo horizontalmente, bajándonos del pedestal”, señaló Larraín.
“Esta sociedad más exigente, representa una oportunidad para ampliar el perímetro de la actividad empresarial. Mostrando como las capacidades empresariales – gestión, innovación, articulación – pueden estar disponibles para enfrentar desafíos públicos o sociales, que al mismo tiempo son económicos”, agregó.
CIERRE DE LA PLANTA MAERSK
El presidente de Sofofa también enfatizó en la necesidad de recuperar la competitividad como país, para lo cual la reducción de la tasa es de vital importancia y que actualmente “están alejadas de los estándares internacionales”.
En la misma línea las tareas para recuperar la competitividad, se refirió al cierre de la planta de contenedores de Maersk, en San Antonio, lo que provocó el despido de más de 1.200 trabajadores y el fin de una actividad industrial con potencial de crecimiento. Al respecto, indicó que no se debe apuntar a la empresa con el dedo, sino poner el acento en que Chile recupere la competitividad y la capacidad para atraer inversiones.
Además, alertó que esta es una señal sobre la situación de competitividad. “No estoy diciendo que esta sea la causa, pero Chile ha dejado de ser competitivo no solo para atraer inversiones sino para retener una inversión que se hizo hace tres años y hoy se cierra”, comentó.
Larraín también agregó que el Código Tributario se ha reformado numerosas veces y que es importante que este “goce de cierta estabilidad”, en alusión a la necesidad de contar con mayores grados de certeza.
Otro foco del discurso de Larraín fue la necesidad de avanzar en descentralización, tomando en cuenta las necesidades de cada zona y no sólo imponiendo proyectos pensados desde Santiago.
Por último, realizó un llamado a los asistentes a que se sumen al proyecto para recuperar la ribera del Río Mapocho “que hoy es una vergüenza social, medio ambiental y urbanística”.
“Queremos iniciar este año la segunda etapa del proyecto en el sector Petersen. Faltan empresas que se comprometan. Es un proyecto que le cambiará la cara a Santiago”, concluyó Larraín. (Pulso)