El reloj marcaba las 19.35 y el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati entraba a la Catedral de Santiago para oficiar una nueva misa. Pero esta liturgia tuvo un acalorado intermedio. No habían pasado cinco minutos de ceremonia, cuando algunos integrantes de la Agrupación de Laicos y Laicas, apostados al interior de la Catedral, comenzaron a desplegar lienzos contra Ezzati, quien ayer fue citado a declarar por la Fiscalía de O’Higgins como imputado por presuntos encubrimientos de abusos sexuales.
“Renuncien todos los obispos”, decía uno de los carteles, mientras otro rezaba: “No nos robarán la esperanza, una nueva Iglesia es posible”. Algunos fieles intentaron calmar los ánimos y se increparon con los manifestantes, mientras guardias de la Catedral hacían irrupción en la misa. Asimismo, Carabineros de Fuerzas Especiales hicieron ingreso al lugar. Una vez finalizada la manifestación, Ezzati pudo continuar con la misa, que duró cerca de una hora y media. Una vez finalizada, Ezzati se acercó a los laicos y les señaló: “Gracias por acompañarnos”.
En la salida, los ánimos volvieron a alterarse. Un manifestante encaró al nuncio Ivo Scapolo y le pidió que “por favor renuncie a su cargo”.
“Dolor por todo lo que está pasando. Todo lo que hay que sanar y corregir, lo que hemos cometido como Iglesia. Más doloroso es todo lo que han pasado y sufrido las víctimas. Si esto está ocurriendo ahora es porque mucha gente ha sufrido”, dijo tras la misa el sacerdote Jorge Muñoz, quien se encontraba en la comitiva de Ezzati.
NUEVA INVESTIGACIÓN
Bastaron tres días desde que la Fiscalía Nacional diera a conocer el catastro de casos de abuso sexual a nivel nacional que involucra a personeros de la Iglesia Católica chilena, para que el número de causas vigentes aumentara a 37. Según informó el Ministerio Público, las víctimas datan en 104, de las cuales 52 corresponden a menores de edad.
Y no solo eso. De las 68 personas investigadas, 36 corresponden a clérigos: Tres obispos, 31 sacerdotes y dos diáconos. Entre los imputados, 22 pertenecen a órdenes o congregaciones sin clérigos (hermanos/as), mientras que ocho son laicos, es decir, profesores o líderes de grupos espiritual. En otros dos casos aún no se logra determinar.
Sobre si los prelados en el catastro se encuentran en ejercicio o eméritos, el fiscal nacional Jorge Abbott, dijo que “son investigaciones que están actualmente en proceso. No tengo claridad de la calidad que tienen las personas investigadas, sino simplemente la jerarquía que tenían dentro de la Iglesia”.
En la Fiscalía Metropolitana Sur, su titular, Raúl Guzmán, indicó que “se trata de más de 50 víctimas, con más de 25 imputados en diversas investigaciones. Se van a hacer todas las diligencias necesarias para esclarecimiento de los hechos y el establecimiento de la verdad”. El persecutor añadió que “todos los que manejen información respecto a estos hechos (…) sin duda, van a ser citados a prestar declaraciones”. (La Tercera)