Extensa reunión de Bachelet y colaboradores en sede de su fundación

Extensa reunión de Bachelet y colaboradores en sede de su fundación

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Revisando su celular y sin dar declaraciones se retiró ayer Michelle Bachelet, a bordo de un vehículo con escolta policial, desde su fundación Horizonte Ciudadano. La expresidenta se encuentra de vacaciones en Chile por las fiestas de fin de año, luego de cuatro meses viviendo en Ginebra, Suiza, donde se encuentra su oficina como alta comisionada para los DD.HH. de Naciones Unidas.

Bachelet llegó la semana pasada a Santiago, donde se reencontró con su madre, Ángela Jeria, de 92 años, con quien pasó Navidad. Ayer fue el turno de sus colaboradores de la Fundación Horizonte Ciudadano, que Bachelet formó pocos meses después de dejar La Moneda.

Fue un desayuno que se confirmó durante la tarde del miércoles. Incluso, algunos investigadores del área de infancia del centro de pensamiento se sorprendieron con la visita de la exmandataria, quien permaneció desde las 10:00 horas de ayer hasta pasadas las 13:00 horas.

La acompañaron miembros de la fundación -como Valentina Quiroga, Xavier Altamirano, Paulina Vodanovic, Claudia Farías, Benjamin Aguirre y Ana Lya Uriarte, su exjefa de gabinete-, así como Haydée Rojas, exjefa de prensa; el sociólogo Pedro Güell, quien se desempeñó como director de Políticas Públicas de La Moneda; la exministra Helia Molina, y Estela Ortiz, amiga de Bachelet y quien se integrará a la fundación a colaborar en temas de infancia. Rojas y Güell, en tanto, participan en grupos de migración y descentralización, respectivamente.

VIDA EN GINEBRA

Según comentaron algunos de los asistentes al encuentro, la instancia constituyó una «reunión de amigos». Bachelet, relataron, habría comentado que se mantiene al tanto de las noticias que acontecen en Chile.

El pasado 11 de diciembre, de hecho, comentó la decisión chilena de restarse del pacto migratorio de la ONU. «Yo lo lamento, pero es una decisión del gobierno actual», afirmó en aquella oportunidad.

Los asistentes comentaron que a pesar de que la expresidenta se mostró de buen humor y con un espíritu «vital», habría comentado que en Ginebra lleva un intenso ritmo de trabajo, que en las mañanas se traslada caminando desde su departamento hasta la sede de la ONU en esa ciudad , a pesar de que la organización internacional le dispuso un chofer, que utiliza solo en trayectos largos. Su jornada laboral terminaría pasadas las 19:00 horas. Pero a ello, además, se agregan los continuos viajes entre Ginebra y Nueva York, además de otros traslados a Polonia y Sudáfrica. (El Mercurio)

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