Los aspirantes a presidir el Gobierno de España a partir del próximo domingo mantuvieron este lunes (5.11.2019) un intenso debate televisado decara a los comicios del próximo 10 de noviembre. El debate enfrentó al presidente en funciones, el líder socialista Pedro Sánchez (PSOE), al conservador Pablo Casado (PP), el liberal Albert Rivera (Ciudadanos), el izquierdista Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y, por primera vez, el ultraderechista Santiago Abascal (Vox), en un momento de incertidumbre total.
EMPATE TÉCNICO
Las últimas encuestas publicadas este martes , en la fecha límite que fija la ley electoral, hablan de empate técnico entre el bloque de izquierda y el de la derecha, pero ninguno de los dos alcanzaría el listón de los 176 escaños que fija la mayoría absoluta.
Se prevé que estas elecciones, las cuartas en cuatro años, incrementarán la abstención, en línea con el descenso del 30 por ciento de la petición del voto por correo. Las previsiones sitúan la participación entre el 70 y el 72 por ciento, cuando en abril fue del 75,7 por ciento. Según la encuesta elaborada por el organismo estatal CIS, tras el debate televisivo celebrado en abril un 7% de los electores cambió de opinión.
Por eso el debate fue de menos a más y buscó arañar votos incluso dentro de los propios bloques, con discusiones que dejaron ver el enfrentamiento entre el Partido Popular y Ciudadanos por el voto del centro derecha, o entre el Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos por el de la izquierda.
CATALUÑA, EN EL CENTRO
De los cinco bloques en los que se dividió el debate -política económica, políticas sociales e igualdad, calidad democrática y política internacional- el de cohesión social, y por tanto Cataluña, fue uno de los más debatidos.
Mientras el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pidió «aumentar los espacios de diálogo» para afrontar este asunto, el conservador Pablo Casado, le acusó de no aplicar la ley en Cataluña y le advirtió de que le hará responsable si los catalanes no pueden votar en libertad el próximo domingo.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, exigió a Sánchez que garantice la celebración de elecciones «limpias y en libertad» y volvió a reclamar la aplicación del artículo 155 de la Constitución para la intervención de la autonomía en Cataluña.
Para el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, todos los candidatos «saben que lo de Cataluña solo se puede resolver con diálogo, sentido común y mano izquierda».
Desde Vox, la solución pasa, según Santiago Abascal, por medidas como la suspensión de la autonomía en Cataluña o la detención del presidente regional catalán, el independentista Quim Torra.
Al inicio de este primer bloque de discusión, Sánchez prometió promover una reforma del Código Penal para prohibir los referéndums ilegales, entre otras medidas.
SIN PACTOS A LA VISTA
La sombra de un nuevo bloqueo político tras las elecciones planeó durante todo el debate. Todos los participantes, excepto el ultraderechista Abascal, se mostraron dispuestos a colaborar llegado el caso para la formación esta vez de un Gobierno estable, aunque nadie precisó con qué tipo de pactos.
En ese sentido, Sánchez pidió que de producirse un nuevo bloqueo a partir del día 10 «se permita gobernar a la lista más votada», aunque se mostró confiado en poder conseguir una mayoría para conformar un Ejecutivo «fuerte y estable».
Este, que parecía el único debate de esta atípica y corta campaña electoral, estará seguido por otro, organizado por La Sexta para el próximo 7 de noviembre, moderado por la periodista Ana Pastor, y con la intervención de cinco políticas: María Jesús Montero, por el PSOE; Ana Pastor, por el PP; Inés Arrimadas, por Ciudadanos; Irene Montero, por Unidas Podemos, y Rocío Monasterio, por Vox. (DW, efe, afp)