Considerando la fragilidad de recurso del agua es que BHP anunció en la mañana de este martes que el yacimiento Escondida decidió no extraer más el recurso desde los acuíferos altoandinos, por ende, se suspendió la tramitación del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Monturaqui, con el cual la minera esperaba aumentar la extracción en 428 litros por segundo del acuífero ubicado en el Salar de Atacama.
«De esta manera, BHP adelanta en 10 años su compromiso de no extraer aguas altoandinas para Escondida, originalmente programado para 2030», sostuvo la multinacional en un comunicado.
Para poder tomar la medida, Escondida ha tenido que invertir en plantas desalinizadoras y mejorar operacionalmente para reducir su consumo neto de agua por tonelada procesada.
La historia del yacimiento con las desaladoras viene desde 2006 cuando inauguró una planta desalinizadora de 525 l/s en 2006. En 2017 tuvo una segunda planta, con una capacidad de 2.500 l/s, y ese mismo año dio por finalizada la extracción de agua desde el Salar de Punta Negra. A fines de 2019 completó un proyecto de extensión que aumentó su capacidad de producción de agua desalinizada a 3.800 l/s.
«Con el retiro del Proyecto Monturaqui, Escondida y sus dueños –BHP, Rio Tinto y JECO– confirman su compromiso con el desarrollo de una minería ambiental y socialmente sustentable, que busca generar valor social en los lugares donde opera, y refuerza su determinación de participar en la adaptación al cambio climático como una prioridad estratégica y de gobernanza», comentó. (DF)