El Banco Central Europeo (BCE) sorprendió este jueves (04.06.2020) a los mercados al presentar una nueva y enorme inyección de recursos y prorrogar su principal programa para apoyar a la economía de la zona euro frente a la crisis del coronavirus. El objetivo es mantener un flujo de capitales que permita un acceso fluido a los créditos mientras dure la pandemia.
Una portavoz de la institución señaló que el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) que se puso en marcha en marzo con un monto inicial de 750.000 millones de euros sumará otros 600.000 millones y se extenderá «al menos hasta 2021, o hasta que se considere que la crisis ha terminado», pese a que inicialmente estaba previsto que concluyera a fines de 2020.
Por su parte, la presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, señaló que la entidad estima una contracción económica del 8,7 por ciento en la zona del euro este año debido a la pandemia del COVID-19, mientras que prevé una recuperación un poco más modesta, del 5,2 por ciento, para 2021. Lagarde reconoció que «la velocidad y la escala del rebote es aún algo incierto”.
«CONTRACCIÓN SIN PRECEDENTES”
Lagarde señaló ante los medios que «la economía de la zona del euro experimenta una contracción sin precedentes» y que hay señales de que se ha tocado fondo, pero la mejora es todavía leve. El BCE pronosticó en marzo pasado un crecimiento del 0,8 por ciento en 2020, por lo que los nuevos pronósticos del BCE suponen una fuerte revisión a la baja de 9,5 puntos porcentuales, explicó Lagarde.
El programa de la UE pretende comprar bonos corporativos y de gobierno, así como otros activos financieros de los bancos, pagando con dinero fresco. Esto ayuda a bajar las tasas de interés a largo plazo. Además, el enorme tamaño de las compras envía una señal a los mercados en el sentido de que el BCE está decidido a garantizar que las tasas permanezcan bajas en toda la zona euro, evitando más costos de endeudamiento a países que ya están endeudados. (DW, EFE, AFP, AP)