Como si las posibilidades de una prolongada deflación y de una renovación de la crisis en Grecia no fueran suficientes para la aproblemada economía de la zona euro, la región podría enfrentar un nuevo viento en contra: una crisis financiera en Ucrania.
El multimillonario inversionista George Soros advirtió la semana pasada que el conflicto entre Kiev y Moscú representa una amenaza mayor para la economía continental e, incluso, para la sobrevivencia de la Unión Europea que las elecciones que se celebrarán en Grecia a fin de mes.
En entrevista con el periódico británico Financial Times, el filántropo de origen húngaro lamentó que los líderes del bloque estuvieran tratando a Ucrania como «simplemente otro país» que necesita ayuda financiera y aseguró que Estados Unidos y la UE estaban cometiendo un gran error al no respaldar las sanciones en contra de Rusia con un enorme programa de rescate para Kiev.
El empresario delineó en una columna en la edición de febrero de New York Review of Books los pasos hacia un paquete de financiamiento de US$ 50 mil millones, que debería ser visto como un bastión en contra de una Rusia cada vez más agresiva.
«Europa necesita despertar y reconocer que está bajo ataque desde Rusia», escribió. «Asistir a Ucrania también debería ser considerado como un gasto de defensa por parte de los países de la Unión Europea».
«Una inyección de asistencia financiera para Ucrania ayudaría a estabilizar su economía e indirectamente también entregaría un muy necesario estímulo para la economía europea al alentar las exportaciones y la inversión en Ucrania», manifestó.
POSIBLE DEFAULT
La agitación causada por el enfrentamiento entre las tropas ucranianas y los rebeldes separatistas de la zona del este, la nación arriesga entrar en default. El viernes, la agencia Moody’s advirtió que las probabilidades de que Ucrania caiga en cesación de pagos sobre su deuda internacional es «extremadamente alta», incluso si Rusia no exige el desembolso temprano de un préstamo por US$ 3 mil millones.
En una actualización de su visión del país, la calificadora afirmó que el actual programa no es suficiente para cubrir los pagos de US$ 10 mil millones en deuda externa que vencen este año.
A esto se suma que algunos bancos y Naftogaz, la firma estatal de gas, también necesitarán una recapitalización y financiamiento externo. Las reservas foráneas del banco central, que el año pasado disminuyeron a la mitad a cerca de US$ 9 mil millones –su mínimo en diez años–, sólo alcanzan para unas pocas semanas de importaciones.
«Como consecuencia, el riesgo de default soberano o de otro emisor ucraniano es extremadamente alto», sostuvo Moody’s.
La situación podría complicarse, ya que el escenario central asume que Moscú no solicitará el pago adelantado de un bono de US$ 3 mil millones que puede ser demandado cuando el ratio deuda/PIB supera la barrera de 60%. Una herramienta de deuda elaborada por el FMI y el FT indica que probablemente la proporción se más que duplicará desde 2013 hasta casi 90% este año.
CONTRACCIÓN
El Fondo Monetario Internacional ofreció un programa por US$ 17 mil millones, pero el organismo estima que el país necesita US$ 15 mil millones adicionales para superar la crisis.
El jueves, la Comisión Europea propuso una ayuda extra de 1.800 millones de euros (US$ 2.100 millones) en préstamos para el país este año y el próximo, cuya entrega dependerá del cumplimiento de los requisitos del programa del FMI.
Originalmente, el Fondo asumió que la economía se contraería 5% en 2014, pero incluso su revisión de una caída de 6,5% parece optimista.
Algunos economistas proyectan que el PIB se redujo 8%, mientras que el gobernador del banco central ha alertado que la actividad podría haber disminuido hasta 10%.
Soros detalló que el mecanismo de asistencia de balanza de pagos de la UE, que en el pasado fue ofrecido a Hungría y Rumania, tenía US$ 47.500 millones en fondos disponibles. Un instrumento de estabilidad financiera, utilizado en Portugal e Irlanda, poseía US$ 15.800 millones. Él sugirió modificar las reglas actuales para que estas herramientas pudiesen ser extendidas a Ucrania, que no pertenece al bloque.
El hombre de 84 años mencionó al Banco Europeo de Inversiones, Banco Mundial, Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y un programa ampliado del FMI como fuentes adicionales de dinero.
Estos recursos «deberían ser suficientes para producir un nuevo paquete financiero de US$ 50 mil millones o más», declaró. (DF)