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Aparece muerto fiscal argentino que acusó a C. Fernández de encubrimiento en Caso Amia

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Las autoridades argentinas  investigaban este lunes la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien acusó hace  unos días a la presidenta Cristina Kirchner de encubrir a Irán en el atentado  contra una mutual judía en 1994, calificada como un aparente suicidio por el  secretario de Seguridad.

«Todos los caminos conducen al suicidio», dijo el secretario de Seguridad,  Sergio Berni.

El funcionario indicó que la presidenta Kirchner ha sido notificada del  caso, mientras aseguró que los peritajes se hicieron «con absoluta  transparencia adelante del juez, la fiscal, testigos y la familia de Nisman»,  dijo al canal de noticias TN.

Por su parte la fiscal Viviana Fein, encargada de investigar la muerte de  su colega, pidió «prudencia».

«Estamos investigando, hay que tener mucha cautela», dijo Fein, que  confirmó que el cuerpo fue encontrado por la madre de Nisman en el baño de su  departamento, en un edificio con seguridad privada en el exclusivo barrio  porteño de Puerto Madero.

El Ministerio de Seguridad de Argentina divulgó un comunicado en el que  detalla que Nisman «fue hallado sin vida el día domingo por la noche en su  departamento del piso 13 de la torre Le Parc», de Puerto Madero, en el corazón  de Buenos Aires.

Según las autoridades, Nisman disponía de diez agentes de la policía como  custodia personal y fueron ellos quienes «alertaron a su secretaria en horas de  la tarde de su falta de respuesta a los insistentes llamados telefónicos».

«Al constatar que el hombre tampoco respondía al timbre de la casa y que el  periódico del domingo aún se encontraba en el palier [pasillo], decidieron  notificar a los familiares», precisó el comunicado.

La custodia buscó a la madre del fiscal, la llevó al edificio y al intentar  entrar la mujer constató que la puerta se encontraba cerrada con la llave  colocada en la cerradura por dentro.

Los familiares pidieron ayuda a un cerrajero para ingresar al departamento.

«A primera hora de la noche, la madre ingresó en la vivienda acompañada por  uno de los custodios, hallando el cuerpo de Nisman en el interior del baño de  su habitación, bloqueando la puerta de ingreso al mismo».

«Junto al cuerpo de Nisman, que se hallaba en el suelo, se encontró un arma  de fuego calibre 22, además de un casquillo de bala», se indicó.

El fiscal Nisman, de 51 años, iba a presentarse este lunes en el Congreso  para dar detalles de su denuncia contra Kirchner y su canciller Héctor  Timerman, a quienes acusó el miércoles de «encubrir» a Irán por su supuesta  implicación en el atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos y 300 heridos en  1994.

«PUEDO SALIR MUERTO»

«Yo puedo salir muerto de esto», fue la reveladora frase que lanzó el fiscal Alberto Nisman hace algunos días a medios argentinos, en medio de la causa que llevaba donde se acusa a la presidenta trasandina Cristina Fernández de encubrir a los presuntos autores a una mutual judía en 1994, que dejó a 80 personas muertas.

Según indican los medios de ese país el fiscal además había asegurado que «desde hoy mi vida cambió. Es mi función como fiscal y le tuve que decir a mi hija que iba a escuchar cosas tremendas de mi persona», tras remecer a Argentina con su denuncia.

El diario Clarón señala esta mañana que «a pesar de la presión que había sobre él y de la feroz embestida del kirchnerismo en su contra, Nisman estaba confiado en la solidez de su denuncia», que acusaba además de la mandataria, al canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, Luis D’Elía y Fernando Esteche.

Tras la declaración de Nisman, la diputada ultrakirchnerista, Diana Conti, señaló que «le decimos a la hija de Nisman que se quede tranquila, que no vamos a agredir a su papá».

El fiscal que estuvo a cargo durante los últimos 10 años de la investigación del peor atentado de la historia de Argentina, Alberto Nisman –el ataque de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)- fue encontrado sin vida en su apartamento de Puerto Madero, un barrio de lujo en el centro de la ciudad.

En aquel incidente contra el centro de la colectividad judía en Buenos Aires murieron 85 personas, en un caso en el que todavía no se ha detenido a los responsables.

SIN HIPÓTESIS

La secretaria de Nisman había sido advertida en la tarde del domingo por los guardaespaldas del fiscal que el hombre no respondía a los llamados telefónicos, que nadie contestaba al timbre de la casa y que el periódico del domingo todavía no había sido recogido.

Más tarde, después de abrir la puerta con ayuda de un cerrajero, la madre de Alberto Nisman accedió al apartamento acompañada por uno de los guardaespaldas, sólo para encontrar el cuerpo del investigador tendido en el suelo del baño, según declaraciones del gobierno argentino.

Nisman, de 51 años, fue hallado sin vida junto a un arma de fuego del calibre 22 y un casquillo de bala.

La fiscal a cargo del caso, Viviana Fein, aseguró que en los próximos días se conocerán las causas de su muerte. «No voy a aventurar ninguna hipótesis». No puedo observar si fue suicidio o no. Les pido prudencia. Voy a llevar a cabo la investigación», dijo ante los medios.

EL DÍA CLAVE

Pero la razón principal por la cual Argentina se encuentra en shock es porque la muerte de Nisman ocurrió en un día clave y después de varias jornadas de intenso escrutinio mediático.

Estaba previsto que en cuestión de horas Nisman apareciera en el Congreso para explicar una dura acusación contra la presidenta, Cristina Fernández, y su gobierno.

Nisman había señalado a Fernández, al canciller Héctor Timerman y a otros reconocidos líderes kirchneristas de formar parte de una trama para alcanzar en las sombras un acuerdo con Irán para proteger a los acusados de volar la AMIA.

Denunció a la mandataria por los delitos de «encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional».

En entrevistas con los medios a lo largo de la semana, el fiscal había sostenido que el Poder Ejecutivo de Fernández se había puesto «del lado de los terroristas» para lograr a cambio acuerdos comerciales que permitieran comprar petróleo a Irán a cambio de granos.

Según un comunicado emitido por el fiscal, la denuncia se basa en evidencia recopilada mediante escuchas telefónicas sobre las maniobras del gobierno argentino para «borrar a Irán del caso AMIA».

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó como «ridícula» la denuncia de Nisman y mencionó supuestos vínculos entre el fiscal y exfuncionarios de la Secretaría de Inteligencia.

LA PISTA IRANÍ

Sin embargo, Nisman no siempre fue cuestionado por el gobierno. El fiscal se hizo cargo de la investigación en 2005, bajo el mandato del entonces presidente y esposo de Cristina Fernández, Néstor Kirchner.

Por esa época se aproximó a la llamada «pista iraní», una línea de investigación que apuntaba hacia cinco ex funcionarios persas y que fue defendida por el gobierno como tesis principal.

En 2006 Argentina interpuso un pedido de captura internacional de estos ex funcionarios ante la Interpol, sin resultados hasta ahora, por el rechazo iraní.

Desde su despacho junto a la Plaza de Mayo de Buenos Aires, Nisman fue adquiriendo mayor notoriedad con el paso de los años.

Cables de la embajada de Estados Unidos en Argentina difundidos por WikiLeaks en 2010 revelaron una estrecha relación entre Nisman y Washington.

El punto de quiebre en las relaciones con el ejecutivo de Cristina Fernández fue en 2013, tras la aprobación del llamado «Memorando de entendimiento» que firmó Argentina con Irán, que planteaba la creación de una Comisión de la Verdad de juristas para analizar la investigación sobre el atentado.

Fue un documento duramente criticado por la oposición y por organizaciones judías en Argentina, que consideraron que el acuerdo desviaba y demoraba la investigación y era de carácter inconstitucional.

En una entrevista con BBC Mundo, en mayo de 2013, el fiscal aseguraba que Irán estaba intentando infiltrarse en América Latina con bases de espionaje para promover y llevar a cabo «actividades terroristas» en la región.

Según Nisman, Mihsen Rabbani -el ex encargado de asuntos culturales de la embajada iraní en Argentina y uno de los ex funcionarios con pedido de captura- estaba detrás del plan.

Pero sin duda fue su último movimiento, el de acusar a la presidenta del país de «confabulación criminal» para cerrar la investigación del atentado de la AMIA, lo que terminó de poner su nombre en la primera plana de todos los medios.

Alberto Nisman –un abogado aplicado, conocido por su buen desempeño académico y por su afición a los ejercicios de meditación- estuvo por días en boca de todos. En una entrevista televisiva, el miércoles pasado, había señalado que era blanco de constantes amenazas.

«Esté Nisman o no esté Nisman, las pruebas están», indicó el fiscal en el diálogo en el programa «A dos voces», en relación con las denuncias que iba a ampliar este lunes.

Su comparecencia en la Cámara de Diputados iba a ser uno de los momentos clave de la larga cronología de investigaciones del atentado de la AMIA.

Pero fue su muerte la que acabó por convertirse en uno de los grandes interrogantes de la historia reciente de Argentina. (La Tercera BBC)

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