El día en que se conoció el sondeo, fue casi unánime la lectura de que Piñera era uno de los pocos que había ganado algo durante los tormentosos meses en que la agenda ha estado dominada por el Pentagate. De octubre del año pasado –cuando fue la encuesta anterior– a la fecha, subió de cinco a diez puntos como uno de los políticos con más futuro.
A todas luces, la performance desplegada los últimos días en Venezuela por el ex Presidente Sebastián Piñera ha sido una excepción al libreto y estrategia aplicados por el ex Mandatario y su círculo de hierro para sortear la debacle que ha significado para la derecha el caso Penta. Es que el silencio, la inacción y el bajo perfil han sido la tónica que le ha permitido sobrevivir estos últimos meses y encumbrarse con un magro 10%, el mejor posicionado de su sector, en la encuesta Cerc-Mori de la semana pasada.
En la propia Alianza y en RN reconocen que eso no se debe a que el ex Mandatario se haya caracterizado por ejercer un nítido liderazgo del conglomerado opositor desde que dejó La Moneda, sino que simplemente a que optó por el silencio para mantenerse alejado lo más posible de la crisis que vive la UDI.
Desde la Fundación Avanza Chile hasta el propio gremialismo –explicaron en la derecha– se encendieron las alarmas cuando estalló el Pentagate y coincidieron en que este episodio sería “el derrumbe del sector”. En el caso puntual de Piñera, dada su estrecha relación con uno de los principales acusados, Carlos “Choclo” Délano, uno de los dueños del holding, el riesgo de ser salpicado era muy alto. Más aún cuando uno de los talones de Aquiles del ex Presidente ha sido precisamente que él encarna la cuestionada relación entre el dinero y la política, que es la esencia del caso Penta.
Baste recordar que siempre le ha jugado en contra a Piñera su condición de empresario en las ligas políticas. Que fue duramente cuestionado por demorarse en vender todas las acciones que tenía siendo ya Presidente de la República y que es vulnerable a arañazos públicos, como el que le propinó durante la campaña del 2009, en pleno debate, Eduardo Frei, cuando le enrostró haber sido incluido en el Informe Global de la Corrupción de ese año, elaborado por Transparencia Internacional, por el uso indebido de información privilegiada en la compra de acciones a bajo precio.
Por lo mismo, en la Alianza no esquivan el punto y reconocen que es cierto que Piñera “ha salido fortalecido en medio de este caso porque esta callado”.
En RN reconocen que, por tal razón, no fue gratuita la decisión de “bajar las revoluciones”, “dejar de salir públicamente” y que sus apariciones se limiten “exclusivamente a los temas gruesos, de Estado, propios de un ex Mandatario”. Se optó por que él no hablara –agregaron en la derecha– sino que lo hicieran por él y sobre él los de su entorno de más confianza, como sus ex ministros Cecilia Pérez o Jaime Mañalich, ocupando ellos los espacios en temas políticos en los que el ex Mandatario podría desplegar un papel de liderazgo de su sector.
Además se comenta que tanto Amplitud como RN habrían dado señales no menores a La Moneda de no golpear a la Presidenta Michelle Bachelet si el oficialismo hacía lo mismo con Piñera. Sobre ese punto, desde Renovación agregan que siempre que la Nueva Mayoría golpea al ex Mandatario, generan el efecto contrario, porque la alianza se aglutina para defenderlo; incluso aquellos para los cuales no es santo de su devoción.
La visita a Venezuela ha sido una excepción y un acierto, dicen. En la Alianza explican que eligió bien la carta que se jugó Piñera con la visita al país caribeño y su intento por visitar en la cárcel de Caracas a Leopoldo López, opositor del gobierno de Nicolás Maduro.
“Fue una buena decisión, Venezuela es un tema que no genera dos opiniones en la Alianza, donde en nuestro sector nadie ejerce un liderazgo y, además, obligó a que el gobierno lo apoyara públicamente”, explicó un alto dirigente de RN.
La apuesta es que Piñera nuevamente baje el perfil, porque así mantiene la distancia con la UDI, aprovechando –dicen en la derecha– que la gente no asocia al ex Presidente con el gremialismo.
AMISTADES PELIGROSAS
Sin embargo, como Piñera es y ha sido, antes que todo, un empresario, en la derecha reconocen que puede transformarse en un problema para sus aspiraciones futuras su vínculo con Délano y con el presidente del holding Consorcio Financiero, Juan Bilbao Hormaeche, acusado de usar información privilegiada y de obtener una ganancia de US$ 10 millones.
Cabe recordar que en una entrevista en revista Capital en agosto de 1997, Bilbao fue consultado por la cuestionada fama que tenía, a lo que el amigo de Piñera respondió entonces que “la diferencia es que algunos quieren hacer esas pasadas, pero no pueden. Mientras nosotros queremos y podemos hacerlo”.
“Délano y Bilbao son un coctel mortal para Piñera”, afirmaron en la oposición, mientras que un miembro de la mesa de RN reconoció que hasta ahora “efectivamente ha pasado colado” el tema de las amistades del ex Presidente, porque se ha beneficiado con que el elector promedio no lo asocia con ellos.
Tanto Délano como Bilbao –es uno de sus delfines empresariales– son muy cercanos al ex Presidente, al punto que paseaban por los alrededores de Cerro Castillo los tres juntos conversando, cuando Piñera estaba instalado en La Moneda.
Al estar tan estrechamente vinculado con algunos de los principales acusados, en la derecha precisan que “la única explicación por la que ha salido incólume hasta ahora, es gracias a un plan de crisis aplicado por su entorno”.
En ese contexto se inscribe, de hecho, la entrevista en Mega que Piñera dio un domingo en la noche en horario prime durante diciembre, antes que se liberara el secreto de la carpeta de la investigación que encabeza el fiscal Carlos Gajardo y donde apostó a ponerse el parche antes de la herida sobre su relación con Délano.
Allí descartó haber recibido financiamiento de Penta y dijo que el “Choclo” Délano “es mi amigo y va a seguir siendo mi amigo. Nos conocimos en la universidad hace más de 40 años y hemos tenido muchas acciones en conjunto (…) es una persona a la que le tengo cariño y aprecio (…) si las empresas Penta han cometido irregularidades o ilícitos que están siendo investigados por la Fiscalía, tendrá que ser juzgado y evaluado por los tribunales de justicia”.
En la derecha afirman que esa fue una movida acertada, porque con ello se adelantó a que le enrostraran su relación con el dueño de Penta, a la vez que fue un intento por dar por cerrado el tema.
“Mientras ambos casos, tanto Penta como el de Bilbao estén en alto, el ex Presidente seguirá en silencio”, aseveran en la derecha. Ese es el plan, aunque en dicho sector no ponen las manos al fuego por que el ex Mandatario aguante mantenerse sumergido tanto tiempo, considerando que el Pentagate es de largo aliento. (El Mostrador)