La creación de empleo se ralentizó. En el trimestre noviembre-enero de 2022 y ajustado por estacionalidad se crearon sólo 5.838 nuevas plazas laborales en comparación al trimestre inmediatamente anterior, de octubre-diciembre de 2021. Este menor ritmo va en línea con el freno que han mostrado las ofertas laborales. Así lo muestra el índice de Avisos Laborales en Internet realizado por el Banco Central, el cual llegó en febrero a 89,7 puntos (en un índice de base 100 en 2015), anotando su menor nivel desde mayo de 2021.
Si bien en doce meses mantuvo un alza de 30,4%, similar a la registrada en enero, estuvo por debajo de los fuertes aumentos de 200% que se produjeron a mediados del año pasado. Ahora, si se compara con enero, se observa una caída de 5,5%, completando la tercera baja mensual consecutiva.
Este indicador, en general, da cuenta de un comportamiento similar a lo que pasa con los datos de empleo asalariado de la Encuesta de Empleo del INE, aunque con un rezago que puede ser típicamente mayor a un mes, debido al tiempo que demoran las plazas en ser llenadas.
Los expertos explican que esta desaceleración se puede deber a dos factores: por un lado, debido al término de las ayudas fiscales y de la apertura de la economía más personas están saliendo a buscar empleo, lo que hace que las vacantes se puedan completar más rápidamente; y, por otro lado, la actividad está mostrando señales de desaceleración.
Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales sostiene que “paulatinamente las personas se han ido reincorporando al mercado laboral y así se van cerrando lentamente las brechas entre los puestos que ofrecen las empresas y las personas que se insertan en dichas vacantes”. Por ello, indica que “en la medida que las empresas van llenando las vacantes se empieza a estabilizar la cantidad de anuncios buscando personal”.
Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes, menciona que “esto podría ser una señal de moderación en la actividad, ciertamente. Por otro lado, es probable también que más personas estén buscando trabajo, debido al fin de las ayudas, lo que lleva a que las ofertas de trabajo se llenen a mayor velocidad”. Para la experta, “es una señal de una demanda de trabajo más lenta, junto con un mayor crecimiento de la oferta de trabajadores, lo que se traduce en un mayor crecimiento de la fuerza laboral”.
Y Cristián Duarte, director de la Bolsa Nacional de Empleo (BNE), argumenta que este indicador es consistente con lo que han venido observando en la BNE. “En los últimos meses de 2021 vimos un crecimiento muy importante de las vacantes de empleo ofrecidas por las empresas, con un máximo de 101.000 vacantes en noviembre, comparadas con abril con sólo 40.000 vacantes”. No obstante, subraya que en los meses de diciembre y enero hubo una disminución en dicho indicador a 85.000 y 78.000, respectivamente. “Es probable que el mercado esté ajustándose frente a las expectativas existentes de una disminución significativa en el crecimiento de la economía para el año 2022″, agrega.
Bravo entrega otro punto para el análisis y menciona que se debe considerar que una porción de las empresas no volverá a tener las mismas dotaciones que tenía prepandemia, lo que reduce la disponibilidad de vacantes. “Por ejemplo, de acuerdo al último Informe de Percepción de Negocios del Banco Central de febrero de 2022, varios entrevistados señalan que ante la persistente dificultad para contratar nuevos trabajadores han implementado mejoras de eficiencia o han automatizado sus procesos, lo que les permitirá desarrollar sus actividades con una menor dotación de forma permanente”, señala.
Con todo, Bravo afirma que “se debe considerar que el índice de avisos laborales de internet antes del estallido social y la pandemia andaba en torno a los 60 puntos, por lo que, a pesar de la desaceleración, los niveles actuales aún son mucho más altos que en dicho periodo”. (Pulso)
