El lunes, mientras en La Moneda definían los últimos detalles para salir a hacer frente a la polémica por los negocios del matrimonio Dávalos-Compagnon, en el Conservador de Bienes Raíces ingresaba la escritura por la venta de las 44,3 hectáreas en Machalí.
De esta forma, y sólo tres días después de que se conocieran los primeros detalles de la cuestionada operación, ésta entraba en su fase final.
Tanto así, que hoy o mañana, en el conservador deberían terminar el trámite de inscripción, con lo que la notaría a cargo del proceso quedará en condiciones de liberar los recursos para que Caval, la sociedad cuyo 50% pertenece a la nuera de la Presidenta Bachelet, pueda pagar el crédito bullet por $ 6.500 millones entregado en diciembre de 2013 por el Banco de Chile, luego de una reunión entre el vicepresidente y dueño de la entidad, Andrónico Luksic, Compagnon y el hijo de la mandataria, Sebastián Dávalos.
Este criticado encuentro, revelado por el propio Banco de Chile el domingo en la noche, fue gestionado por Sergio Bustos, ex asesor de la firma de los familiares de la Presidenta y que interpuso una demanda laboral en contra de la compañía.
Conocedores de la operación, además, confirmaron a La Tercera que debido a los intereses, finalmente Caval le pagará al banco poco más de $ 7 mil millones, es decir, la sociedad se embolsará cerca de $2.500 millones, dado que el precio de venta fue de $9.500 millones.
Las misma fuentes aclararon que una eventual modificación del plan regulador de la zona no tuvo implicancias en el precio acordado entre Caval y la inmobiliaria Ruta 86, de propiedad de Hugo Silva, y que el monto desembolsado se explicaría por el valor comercial de los tres predios y, sobre todo, por el potencial inmobiliario del sector, uno de los más caros de la Región de O´Higgins.
Para hacer el negocio, Silva, el dueño de Ruta 86, también pidió un préstamo al Banco de Chile, pese a que en el Santander y el Itaú también estuvieron disponibles para facilitarle los recursos. El empresario inmobiliario se habría inclinado por el banco de los Luksic por el hecho de ser un antiguo cliente, lo que facilitaba la tramitación del préstamo
Ocho de las 44 hectáreas ya son de uso urbano y de alta constructibilidad, por lo que se pueden explotar comercialmente. El proyecto elaborado por Caval incluía un hotel y casa DFL-2 de alta estándar, entre otras obras.
En donde sí influyó la fallida modificación del plan regulador fue en el negocio que Caval pretendió cerrar con Aguas Sustentables Chile, de capitales mexicanos, en 2014, por $27 mil millones. En este caso, la promesa de compraventa sí incorporaba como condición para materializarse el cambio en el uso del suelo. (La Tercera)