“El PDC no se propone ingresar al futuro gobierno ni condiciona su apoyo”, decía el voto político de la junta nacional de la Democracia Cristiana, que se reunió en noviembre del año pasado para acordar su apoyo a Gabriel Boric en la segunda vuelta presidencial.
La frase fue interpretada por algunos dirigentes de que la DC apoyaría a Boric, pero que sería oposición. Otros entendían que los militantes no serían oposición, pero que tampoco entrarían al gobierno.
Sin embargo, a seis meses de aquella declaración, no ha ocurrido ni uno ni lo otro. La DC ha tenido una postura más bien colaborativa y algunos militantes democratacristianos, a título personal, han comenzado a trabajar dentro del Ejecutivo y ninguno de ellos ha sido pasado al tribunal supremo del partido, por vulnerar, supuestamente, algún acuerdo de la junta nacional.
Por el contrario, algunos dirigentes falangistas creen que los primeros fichajes DC podrían ser la antesala de un desembarco institucional del partido en el gobierno, dada la necesidad de la administración de Boric de sumar a figuras con experiencia, asentar la gestión política y ganar aliados en el Congreso y también de cara al plebiscito de salida, donde las autoridades de La Moneda tiene una clara posición estratégica a favor del Apruebo.
En todo caso, la incorporación de los DC al gobierno -cuyo principal rostro es el exdiputado Víctor Torres, quien fue nombrado por Boric como superintendente de Salud- es tomada con distancia por la directiva DC, que preside el alcalde de La Granja, Felipe Delpin.
En la reunión que sostuvo la directiva falangista con Boric, el 21 de abril en el Palacio Presidencial, se le pidió que no incurriera en el “pirquineo”, ya sea para conseguir votos en el Congreso o conceder cargos. A cambio, Delpin le ofreció ayuda al Presidente a través de un diálogo institucional, es decir, cualquier colaboración debía darse mediante los estamentos formales del partido.
El planteamiento de Delpin en ningún caso era un portazo. Más bien dejaba la puerta abierta a una probable incorporación de la DC al gobierno de Boric, posibilidad que ha comenzado a ser deslizada por varios actores políticos en vista de las dificultades que ha tenido la administración gubernamental en sus primeros meses.
“Si el día de mañana el Presidente Boric considera que la Democracia Cristiana debe ser invitada a formar parte de su gobierno, nosotros lo vamos a discutir, lo vamos a analizar”, dijo Delpin, el 20 de mayo, en una entrevista en Radio La Clave, reforzando que la disposición seguía en pie.
“Nosotros hemos sido claros en materia de nombramientos. Cualquier tipo de designación o voluntad del gobierno por incorporar nombres al gobierno debe pasar por la directiva y por canales institucionales. Y en ese sentido nosotros como directiva y el mismo Presidente Boric hemos dicho y ratificado que no estamos disponibles para actuar o validar una lógica de pirquineo”, remarcó el presidente DC a La Tercera.
“Si el Presidente cree que los DC son necesarios en el gobierno por la experiencia, la DC tomará su decisión, pero hasta este momento, no hay absolutamente nada”, profundizó minutos después el mismo alcalde en entrevista con Radio Agricultura.
Dentro de las mismas fuerzas que sustentan al gobierno de Boric, también han comenzado a ser explícitas las recomendaciones para que el Presidente incluya a la DC en su administración.
En Radio Agricultura, este lunes, la senadora Alejandra Sepúlveda (FREVS), al comentar los dichos del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp -quien calificó de “error” haberse ampliado a la ex Concertación-, dijo que “yo iría más lejos, también es necesario incorporar a la DC, no solo al PS, al PR y al PPD. También tienen que ver con el realismo que se necesita. No tenemos la mayoría en el Congreso”.
Hace más de un mes, el 21 de abril, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS) también dio una señal un poco más tenue tras reunirse con Delpin. “Es más que nunca necesario el esfuerzo por construir mayorías, incorporando todos los sectores que están comprometidos con los cambios que Chile demanda y nosotros vamos a insistir en ese esfuerzo”, sostuvo Elizalde.
Fuentes del partido remarcan que en el caso hipotético que el Presidente opte por una ajuste de gabinete y convoque a la DC, el tema necesariamente debe ser analizado por la junta nacional. Por ello, la estrategia de la directiva ha sido resistirse a los fichajes a medias, aunque tampoco existe el ánimo de perseguir a esos militantes.
De hecho, algunos dirigentes comentan que originalmente la propuesta inicial de la junta nacional de noviembre pasado era bloquear el ingreso de descolgados DC a una administración de Boric, pero la declaración se fue moderando hasta quedar en “no se propone ingresar”, lo que dio cuenta de una postura pasiva, básicamente para reforzar que la colectividad no buscaba un beneficio a cambio de entregar el apoyo en la segunda vuelta presidencial.
Además del exdiputado Torres, otro fichaje DC importante, pero ya en segunda línea, es el de Christian Valenzuela, licenciado en Antropología Social y egresado del Magíster en Antropología de la U. de Chile, quien fue jefe de gabinete del exsenador Andrés Zaldívar. Valenzuela hoy trabaja en La Moneda como jefe de asesores de la subsecretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos.
El Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), que encabeza Giorgio Jackson, sumó a su equipo a otro militante DC para actuar como enlace con las bancadas de su colectividad: Luis Lindemann, quien era asesor de la senadora falangista Ximena Rincón. Si bien es normal que la Segpres incorpore a profesionales militantes para vincularse con sus legisladores, por lo general las contrataciones se limitan a las fuerzas oficialistas.
La abogada DC Elisa Walker, hija del exsenador y expresidente DC, Ignacio Walker, también realizó un trabajo puntual para el Ministerio de Economía: un informe externo para una presentación ante el Tribunal Constitucional. Sin embargo, ella no forma parte del equipo estable de asesores de la cartera.
En las últimas semanas, en la DC también se ha escuchado, a nivel de rumor, la posibilidad de que el gobierno designe a dos exdiputados: Gonzalo Duarte, en el Sernac, y Gabriel Ascencio, en alguna embajada. Sin embargo, en el entorno de ambos niegan que existan tales ofrecimientos de parte del Ejecutivo. (La Tercera)