El senador Patricio Walker (DC) asumió por un año la presidencia de la Cámara Alta, en reemplazo de la parlamentaria socialista Isabel Allende. De este modo, se transformará en el político más joven en ocupar la testera del Senado en la historia de la institución, con 45 años.
Durante la ceremonia, el legislador rindió un homenaje al ex Presidente Patricio Aylwin. El objetivo del reconocimiento al ex jefe de Estado es la conmemoración de los 25 años de su llegada al poder, poniendo fin de ese modo a los 17 años de dictadura encabezados por Augusto Pinochet.
. La llegada del senador DC a la testera se produce luego del acuerdo suscrito por la Nueva Mayoria, el cual contempla que su sucesor sea Ricardo Lagos Weber (PPD) en 2016 y un correligionario suyo en 2017. Durante el periodo de Walker, la vicepresidencia será ocupada por el presidente del MAS, Alejandro Navarro.
Durante su carrera política, el legislador fue Presidente Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana desde 1996 hasta 1998, diputado por el Distrito Nº8 de Coquimbo en 1997 para el período 1998-2002 y reelecto en 2002 y en 2005. En diciembre de 2009 fue electo senador por la circunscripción 18 de Aysén, recuperando para su partido la senaturía perdida tras la partida de Adolfo Zaldívar de la DC en 2007, asumiendo dicho cargo el 11 de marzo de 2010.
JURAMENTO
El senador de la DC, Patricio Walker fue elegido por 23 votos, contra 13 a favor de Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), ocasión en la cual reafirmó su compromiso con el impulso de una agenda anticorrupción durante su mandato.Al asumir, sostuvo que «este es el momento para revisar y endurecer la tipificación penal de aquellas conductas que permiten el abuso de poder, tales como el tráfico de influencias, el uso de información privilegiada y la colusión».
«Sabemos que los ciudadanos están molestos con la política y tenemos que hacernos cargo de esa realidad. Sin embargo, no debemos olvidar jamás, que sin partidos, gobiernan los caudillos, y sin parlamento, gobiernan los dictadores», recordó, en relación a la crisis que ha provocado en el sistema los casos Penta y Caval.
Por ello, durante su discurso de asunción al cargo, Walker recalcó que «el desafío que debemos enfrentar es darle al país una gobernabilidad democrática, en paz, justicia y cohesión social. Los problemas de la política, se enfrentan, con una mejor política. Los problemas de la democracia, los enfrentamos con más y mejor democracia».
En ese contexto, indicó que «en los próximos días, voy a proponer a los comités parlamentarios, un calendario de trabajo con plazos acotados, para la aprobación de los proyectos de ley sobre probidad y transparencia que se encuentran radicados en las comisiones del Senado». «Estoy seguro -agregó- que vamos a contar con el apoyo transversal de todos senadores para hacer los cambios legislativos que el país exige y reclama», aseveró, junto con recalcar que dicha agenda de probidad y transparencia se concretará «sin conexión alguna con los procesos que se llevan adelante o que se pueden presentar en el futuro».
Además, reconoció que asumirá el cargo «en un momento en que la política y las instituciones públicas están expuestas a una creciente desconfianza de la ciudadanía, por lo que debemos reaccionar de manera decidida y proactiva, comenzando por exigir mucho más de nuestra propia forma de construir y hacer política».
Walker recordó asimismo que «este año debemos aprobar, luego de un debate serio, transparente y de cara a la ciudadanía, una nueva ley de financiamiento de las campañas electorales y de la actividad política, asegurando que todo ingreso que reciban los partidos y candidatos tengan un origen conocido, publicando su fuente, y limitando el tope del gasto».
En relación a las atribuciones del Servicio Electoral, senador Patricio Walker indicó que «es clave dotarlo de autonomía con rango constitucional, de más personal, recursos, atribuciones y herramientas eficaces para fiscalizar el uso de los recursos en las campañas políticas y la rendición de los mismos».
El legislador se refirió también a la idea de establecer sanciones a los parlamentarios que violen la legislación electoral, asegurando que «debemos avanzar en establecer como sanción la pérdida del escaño y la prohibición de postular a cargos de elección popular, tal como lo propusimos en una moción junto a otros senadores».
«Queremos establecer sanciones drásticas que ayuden a erradicar de la política aquellas prácticas que sólo contribuyen a alejar a la ciudadanía de lo público», dijo.
El Presidente del Senado señaló también que «es urgente aprobar, entre otras iniciativas, el proyecto de ley sobre probidad en la función pública que perfecciona y extiende las declaraciones de patrimonio e intereses a un mayor número de autoridades y las regula de un modo más estricto». (Emol)