El respeto y la promoción de los Derechos Humanos al interior de las compañías y en cada una de las relaciones que ellas establecen con sus stakeholders, es un compromiso que un grupo de empresas chilenas estamos trabajando desde hace una década.
El llamado llegó desde la ONU, cuando en 2011 vieron la luz los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de Naciones Unidas (PRNU), aprobados por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que estableció los estándares globales autorizados para evaluar los sistemas de gestión y los riesgos en materia de Derechos Humanos vinculados a la actividad empresarial.
De a poco en Chile los fuimos adoptando y estos se transformaron en un marco o estándar de conducta empresarial, con herramientas que permitieron identificar, gestionar, mitigar y reparar riesgos e impactos en los Derechos Humanos de las personas que son parte o se relacionan con una compañía.
En 2013, el Grupo Enel adoptó el enfoque de los PRNU de “Proteger, Respetar y Remediar”, a través de la aprobación, en cada una de sus empresas, de una política dedicada a los derechos humanos.
Principios como el rechazo del trabajo forzoso u obligatorio y del trabajo infantil, el respeto a la diversidad y no discriminación, la igualdad de oportunidades, la inclusión, la libertad de asociación y negociación colectiva y la protección de la salud, seguridad y bienestar para nuestros trabajadores, se adoptan en conjunto con el respeto a los territorios en los que estamos insertos, al medio ambiente y los derechos de las comunidades y pueblos indígenas, por nombrar algunos.
El compromiso es de todas las personas que trabajan en las compañías y es un círculo virtuoso que promueve la adhesión de contratistas, proveedores y socios comerciales a los mismos principios. De esta manera, empresas grandes apoyamos a las más pequeñas a lograr estos objetivos, aprendemos de ellas y juntos promovemos el bienestar social.
El Primer Diagnóstico sobre Empresa y Derechos Humanos en Chile muestra que las firmas IPSA logran en promedio 40% de cumplimiento, según lo mostró un reportaje del día domingo en sus páginas. En Enel Chile y Enel Américas estamos comprometidos por este camino y los resultados obtenidos son un logro conjunto de todos nuestros trabajadores que me enorgullece y a la vez es un llamado a seguir adelante y a convocar a más instituciones y personas a avanzar en la adopción de estos principios, gestionar los riesgos o impactos en derechos humanos en sus compañías y a disponibilizar esta información públicamente. (El Mercurio-Cartas)
Herman Chadwick Piñera