En la teoría psicosocial se habla de disonancia cognitiva cuando hay un conflicto mental en el que los comportamientos y las creencias de una persona no concuerdan o cuando una persona tiene dos creencias que se contradicen entre sí. Se define como tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones. Es decir, dice A, pero hace B. Esto genera confusión y falta de credibilidad.
Esto es precisamente lo que les está sucediendo a quienes hoy son Gobierno, hoy contradicen todo lo que han sido, creído y dicho. “El contexto ha cambiado”, dicen algunos para justificar el cambio injustificable y poco creíble. Ciertamente la ciudadanía, engañada por largo tiempo, ya no les cree y la realidad ha demostrado que sólo buscaban el poder, prometiendo lo que sabían que no podían cumplir. La opinión pública y el electorado, con una fuerte dosis de sentido común, ya no acepta la violencia y la inseguridad y el temor los ha hecho desconfiar de los discursos “buenistas”.
Pero pareciera ser que no todos aprenden. Los empresarios, después de Enade, se manifestaron “descolocados” cuando el Presidente anunció en cadena nacional la formación de la Empresa Nacional del Litio a la que todo privado, que quiera participar, deberá someterse.
Se sintieron engañados ya que en la reunión de Enade el Presidente habría dicho que, para avanzar en materia de Litio, el Estado lo haría con la colaboración del sector privado. Pero en la cadena nacional el Mandatario agregó: “El Estado es el que va a controlar cualquier empresa que se cree para la explotación del litio”, creando literalmente un monopolio.
Lo más increíble es que tras todas las incongruencias y disonancias cognitivas que han mostrado el Presidente y los suyos, que ha hecho que se hable de las “volteretas”, se sorprendan. No es sorprendente, es lo esperable. Por eso, es fundamental tratar de entender quiénes son para poder determinar hacia dónde van.
No han cambiado y han demostrado con creces que siguen siendo quienes se habían definido “a la izquierda del partido comunista”. Son, sin duda, unos estatistas y es la ideología lo que los mueve. Llaman a no atrincherarse y a ceder, pero quieren sólo avanzar en la dirección que ellos establecen. Son sólo los otros quienes deben ceder, nunca ellos. Es la transformación del modelo económico su norte, ya que, para ellos, todo es un problema “estructural” que tiene su origen en el modelo económico, el llamado “neoliberalismo”.
Para ellos ese modelo es el culpable de todos los males de la realidad. Es esto lo que hay que tener en mente al intentar dilucidar quiénes son y para dónde van. Son marxistas, aunque lo niegan. Creen que la infraestructura de la sociedad es la economía y que de ésta dependen todas las supraestructuras, la realidad social. Miden todo en términos materiales, hasta la dignidad. Esa verdad es la que buscan ocultar por lo que son una disonancia cognitiva “con patas”, hasta niegan quienes son en verdad.
Este anuncio respecto al litio avanza en el camino exactamente contrario a lo que la ciudadanía quiere y obviamente contrario a lo que necesita el país. Es una acción movida por la ideología que grita más Estado, más Estado, más Estado y menos Mercado. El Mercado es el culpable de los males.
Es una acción que no considera lo hecho ya en el litio por los privados y tampoco considera que esa acción de privados le dio al Estado de Chile este año más que las empresas estatales de minería por vía impuestos. No es la recaudación lo que les importa. No es tener más dinero para poder pagar las necesidades sociales urgentes. Es la ideología. Con el fin de sacar a los privados y controlar desde el Estado toda la realidad, no les importa recaudar menos. Tampoco midieron las consecuencias del anuncio. Soquimich perdió valor en un día, ya que es evidente que este anuncio es un desincentivo real a la inversión.
La Ministra de Minería dijo que esperaban que los socios pongan el capital inicial y la tecnología. Es evidente que nadie querría hacer eso, menos siendo los socios minoritarios. Ciertamente no están los incentivos para que los privados inviertan en el mineral. Por lo mismo, no les importa que como país perdamos el gran momento del litio, que luego éste no se pueda explotar y que quede para siempre en los salares.
Es la ideología su gran norte y sí están dispuestos a que todos pierdan, pero avanzar en el camino que siempre han querido. Lo mismo harán en materia de salud, donde con tal de más Estado y sacar a los privados no les importará que colapse todo el sistema. Así suma y sigue. No se engañen, ni se asombren, ellos son lo que son, lo que siempre han sido, aunque intenten parecer otra cosa. Júzguelos por sus acciones, no por sus dichos. (El Líbero)
Magdalena Merbilhaá