La evasión fiscal es endémica en el mundo globalizado. Contrario a lo que se piensa, afecta a países con bajos impuestos como Estados Unidos, así como a naciones con altos niveles de impuestos como Alemania.
Según una organización que lucha contra la evasión fiscal, Tax Justice Network (TJN), Estados Unidos encabeza la tabla, seguido por Brasil, Italia, Rusia y Alemania.
John Christensen, director de TJN, explicó a BBC Mundo la metodología usada para esta clasificación.
«Lo medimos en términos absolutos por la cantidad de dinero perdido por la evasión de la economía ‘en negro’ o subterránea a nivel doméstico. Esto explica que, por mera gravitación de su enorme poderío económico, Estados Unidos esté en lo más alto de la tabla», indicó a BBC Mundo.
Estados Unidos
Su «economía en negro» representa un 8,6% de su PIB, el más bajo de los cinco países, a pesar de lo cual lidera el ranking debido a su tamaño económico.
En términos absolutos, el fisco estadounidense pierde alrededor de US$350.000 millones anuales a pesar de ser un país que se jacta de un alto cumplimiento tributario gracias al respeto a la ley de sus ciudadanos.
En inglés esta conducta lleva el nombre de «tax morale«, traducible como «ética impositiva».
Según James Henry, ex economista jefe de la Consultora McKinsey y autor de «The US underground economy» (La economía subterránea estadounidense»), la evasión doméstica se da sobre todo entre las pequeñas empresas y los monotributistas.
«La recolección impositiva de los asalariados se hace directamente, de modo que no hay mucho margen para la evasión. Donde hay más evasión impositiva es en las pequeñas empresas y los monotributistas como plomeros, jardineros, doctores, profesionales, etc», indicó a BBC Mundo.
A esta evasión habría que sumar la de clases medias acomodadas, ricos y corporaciones que usan la compleja ingeniería financiera de los paraísos fiscales.
Brasil
Entre los cinco países identificados en el estudio de TJN, Brasil está en segundo lugar con un 39% de «economía en la sombra» – solo superado por Rusia en este rubro – y una evasión fiscal equivalente a un 13,4% de su PIB.
En contante y sonante, únicamente Estados Unidos supera a la economía brasileña que resigna unos US$ 280 mil millones de dólares anuales en evasión.
«A diferencia de Estados Unidos, en Brasil existe muy poca confianza en el estado por lo que la gente, si puede, no paga impuestos», señala Henry.
«Toda la ingeniería offshore brasileña está creciendo de modo evidente y está empezando a salir a la luz. Un ejemplo es la estafa en gran escala al fisco a través de la corrupción extendida de funcionarios públicos en las acciones y juicios contra contribuyentes incumplidores que se descubrió hace poco tiempo y que -según algunas fuentes- tendría un volumen global incluso superior a los casos de corrupción en «Petrobras», señaló a BBC Mundo Jorge Gaggero, miembro fundador de la TJN en América Latina e investigador de CEFID-AR
Italia
Con un 27% de economía en negro, Italia supera a países de similar estructura socio-económica en Europa como Francia (15%), el Reino Unido (12,5%) o España (22,5%).
En el ranking de TJN esta economía en negro implica una pérdida de US$238 mil millones.
El problema es crónico, pero el estallido financiero de 2007-2008 está cambiando las cosas.
En aquel momento el Banco de Italia calculaba que la evasión impositiva ascendía a un 50%.
En 2012 el entonces primer ministro Mario Monti llevó adelante inspecciones en hoteles, bares, restaurantes y balnearios de lujo como parte de un esfuerzo por mejorar la situación fiscal.
El cálculo es que se llegó a triplicar los ingresos procedentes de la evasión fiscal.
Pero el monto actual de la deuda, alrededor del 135% del PIB italiano, llevó al actual primer ministro Matteo Renzi a ofrecer una amnistía tributaria con muy altas penas para los que no se avengan a sus términos.
Según un abogado de la firma Pavia & Ansaldo basado en Milan, Tancredi Marino, llevará mucho tiempo cambiar las cosas.
«Muchos italianos no confían en el sistema. Llevará décadas cambiar esto», señaló a la prensa Marino.
Rusia
Rusia tiene un 43,8% de economía en negro, reto particularmente urgente en la actual coyuntura de bajos precios petroleros, sanciones de Estados Unidos y Europa y consecuente crisis económica.
Aún antes de la actual crisis el Banco Central de Rusia reconocía que había una evasión fiscal de unos US$35 mil millones.
Una peculiaridad del ingenio evasor ruso son las «odnodnevniki» o compañías de un día que no pagan impuestos ni a nivel municipal, regional o federal.
En 2013 se estimaba que había casi cuatro millones de estas compañías.
Alemania
El tamaño de su economía en negro es del 16%, el doble de Estados Unidos, pero muy por debajo de los otros tres países y más en consonancia con las naciones más desarrolladas de la Unión Europea, como Francia o el Reino Unido.
La presión fiscal germana es en torno al 40% del PIB: el dinero perdido en el agujero del mercado negro supera los US$200 mil millones.
«A pesar de esto, podemos decir que en Alemania al igual que en Estados Unidos hay un mayor respeto por el estado y el gobierno y una ética impositiva mayor que en los otros países», indicó a BBC mundo Henry.
Sin embargo, en el más exclusivo mundo de los paraísos fiscales Alemania está experimentando una creciente ola de denuncias que ponen en entredicho este aparente civismo contributivo germano.
La situación en el resto de América Latina
Brasil es el único país latinoamericano en esta medición comparativa de naciones debido a que el ranking está íntimamente relacionado con el tamaño de la economía. Pero el fenómeno de la economía en negro es extendidísimo en la región.
Una clara señal de la profundidad del problema es que en el sector informal no entran únicamente los cuentapropistas (plomeros, carpinteros, etc) o los empleados de pequeñas y medianas empresas sino que las grandes corporaciones y hasta el estado mismo subcontratan a personal en negro.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que unos 127 millones de personas, 47% del mercado laboral de la región, son trabajadores informales.
En muchos casos estos trabajadores no evaden impuestos porque sus ingresos son de subsistencia, pero en otros las empresas y comercios sí eluden una carga tributaria que, según suelen argumentar con variadas dosis de razón, los condenaría a la bancarrota.
A este fenómeno se suma una crónica fuga de capitales de la región con el consiguiente impacto fiscal.
Jorge Gaggero de TJN distingue cuatro grupos.
«El primero está formado por países que están relativamente bien en términos de cumplimiento tributario como Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. Un segundo sería América Central, donde con alguna excepción, hay gigantescos niveles de informalidad y evasión. Un tercer grupo son países petroleros como México y Venezuela que se caracterizan por una pobre presión tributaria y mucho incumplimiento. Y hay un cuarto grupo de países que viene mejorando mucho como Ecuador, Bolivia o Colombia», indicó a BBC Mundo Jorge Gaggero. (BBC Mundo)