Desde ahora y luego de que el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, firmara un decreto, los ciudadanos de ese país que se encuentren desempleados deberán pagar una multa para contribuir al financiamiento del Estado.
Bajo la nueva ley, las personas físicamente aptas para trabajar y que no lo han hecho durante al menos seis meses, y por lo tanto, no han pagado impuestos, deberán pagar al Gobierno por lo menos US$ 252 (unos $154.000).
Según confiscó el portal de CNN, quienes no cumplan con este requisito podrán ser detenidos y obligados a realizar trabajos comunitarios. Específicamente, el decreto tiene como objetivo «estimular a los ciudadanos físicamente aptos para que participen en la actividad laboral y cumplan con su obligación constitucional de contribuir en la financiación de los gastos del Estado».
Las únicas personas exentas de esta ley son los discapacitados, ancianos y niños.
La Federación Internacional de Derechos Humanos ha pedido que la ley sea revocada y que Bielorrusia elimine la práctica del «trabajo forzado».
La organización ha dicho que el país también impone el trabajo forzado a los adictos al alcohol y a las drogas al encerrarlos en los llamados «centros de terapia» contra su voluntad. Es por ello que cerca de 28 mil personas han firmado una petición en la plataforma Change.org contra el decreto.
Alexander Lukashenko ha gobernado el país de Europa del Este desde 1994, y es considerado por muchos como el último dictador de Europa. (Emol)