El Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre publicado esta mañana por el Banco Central vino acompañado de una revisión de los denominados parámetros estructurales de la economía nacional, entre ellos, el Producto Interno Bruto (PIB) tendencial.
Este dice relación con la capacidad de crecimiento de mediano y largo plazo de la economía. Y en este IPoM, la entidad presidida por Rosanna Costa redujo el PIB tendencial no minero a un promedio de 1,9% en el periodo 2024-2033.
Lo anterior, frente a la estimación de 2,2% para el periodo 2023-2032 que se realizó en el informe de diciembre del año pasado. Según explicó el instituto emisor, la menor cifra «no implica un cambio sustantivo a la trayectoria proyectada», y responde «al transcurso de un año para el cálculo del promedio relevante en un contexto en el cual el crecimiento tendencial no minero decae en el tiempo por la paulatina menor incidencia de la recuperación de la participación laboral a nivele prepandemia«.
«La estimación vuelve a considerar un bajo crecimiento de la productividad total de factores y que buena parte de la recuperación de la participación laboral a los niveles prepandemia ya ocurrió», acotó el Central.
Además, la entidad también entregó una estimación considerando el crecimiento del sector minero y así proyectar el PIB tendencial total de la economía nacional.
El PIB tendencial en la minería se ubicó en 1,5% para el periodo 2024-2033.
MARCEL
El Ministro de Hacienda, Mario Marcel, además, se refirió a la actualización que hizo el Banco Central del diagnóstico económico de Chile a través de su último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, asegurando que este trajo «buenas noticias» para el devenir económico del país. Según lo proyectado por el informe, el Producto Interno Bruto (PIB) esquivará la caída en 2023, anotando un crecimiento nulo.
Para 2024, en tanto, la economía crecería entre 1,25 y 2,25%, en línea con lo estimado en septiembre. Además, se prevé que la inflación convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024, ratificando que la baja inflacionaria continuará el próximo año tras alzar más de 14% en 2022, algo no visto en tres décadas.
«La economía ha recuperado su equilibrio, ha logrado controlar la espiral inflacionario en la cual estuvo envuelta en parte importante de 2021 y 2022, y en la medida que eso ha ocurrido el Banco Central puede continuar con un programa de normalización de la política monetaria que va a mejorar significativamente en las condiciones financieras en la economía chilena y particularmente en las condiciones financieras para la inversión», comentó Marcel.
En ese sentido, el ministro también habló sobre la decisión informada ayer por el instituto emisor de reducir la tasa de interés en 75 puntos base para dejarla en 8,25%, subrayando que además se «trazó un camino con rebajas sustanciales para las próximas reuniones».
«En general, me parece que son buenas noticia. Abre una perspectiva bastante auspiciosa para los próximos trimestres. Eso va a permitir que la economía así como ya creció en el tercer trimestre y ya lo está haciendo en el cuarto, lo va a seguir haciendo durante cada trimestre del año entrante», subrayó el titular de Hacienda.
PRESIDENTE DEL B. CENTRAL
Como cada vez que se publica el Informe de Política Monetaria (IPoM), la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, lo expuso en la Comisión de Hacienda del Senado.
El instituto emisor emitió en su último informe del año que prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) varíe 0% en 2023, cuando en septiembre apostaba por un rango de entre -0,5% y 0%.
Para la inflación, espera que termine el año en 4,5%, y que converja a la meta de 3% en el segundo semestre del próximo año, ratificando que la inflación se seguirá moderando en los próximos meses.
Con eso sobre la mesa, Costa insistió en el mensaje en que pese a que la inflación se ha reducido, aún no ha terminado la tarea de llevarla a la meta.
«Pese a que la inflación se ha reducido quiero ser taxativa en que la tarea de conducirla a la meta no ha terminado», manifestó.
En ese sentido, agregó que «de no mediar eventos inesperados, la inflación retornará la meta durante la segunda parte del próximo año».
Sin embargo, advirtió que «siempre existe la posibilidad de accidentes en el camino y debemos estar atentos de modo de no comprometer el logro de la meta y al mismo tiempo no causar costos innecesarios a la economía».
Costa señaló que «constatamos duramente que una vez que la inflación aumenta, los efectos en la vida cotidiana de las personas son importantes».
Sobre aquello, dijo que es importante aquilatar esta experiencia y no olvidar las razones que desencadenaron la fuerte alza de la inflación. «La historia nos enseña que, aunque hagamos las cosas bien, vamos a enfrentar shocks adversos y, por lo tanto, viviremos nuevamente situaciones complejas. Entonces es esencial que evaluemos a priori decisiones que, en un primer momento, siendo quizás beneficiosas para la población, pueden tener costos a mayor plazo, incluso superiores a los potenciales beneficios que aparecían en un principio», dijo haciendo alusión a las elevadas transferencias directas y los retiros de fondos previsionales.
POLÍTICA MONETARIA
Respecto a la política monetaria, la autoridad destacó que el Banco Central «ha seguido una clara senda de reducción del nivel de restricción de la política monetaria y lo seguirá haciendo en las reuniones venideras, conforme se mantengan las condiciones delineadas en el escenario central».
La economista resaltó que en la evolución de la Tasa de Política Monetaria y el forward guidance del Banco, se aprecian dos hechos relevantes. Por un lado, que la evolución de la macro ha ido relativamente acorde con lo previsto, y por el otro, que la trayectoria de la tasa se ha ubicado dentro de los corredores.
DESAFÍOS
Ya pensando en los desafíos del futuro, Costa destacó que se revisó la estimación de crecimiento de mediano plazo. «Los resultados siguen indicando una tendencia decreciente, que lo ubica por debajo de 2% en promedio, para el período 2024-2033″, resaltó. Información que -dijo- considera varios supuestos de trabajo, sobre los que existe una variada discusión.
«Debemos generar los espacios de flexibilidad necesarios para adaptarnos a un entorno crecientemente cambiante, pero que nos ofrece múltiples oportunidades disponibles a ser aprovechadas», afirmó Costa.
Además, insistió en que el rol del Banco Central en este proceso es generar las condiciones para que la economía desarrolle su potencial. Con una inflación baja y estable y un sistema financiero que funcione adecuadamente.
Costa concluyó diciendo que «esto permite reducir la incertidumbre y procurar un costo de financiamiento lo más favorable posible para hogares y empresas, ambas condiciones muy importantes para que los distintos actores puedan tomar decisiones y ejecutar los cambios que la economía necesita». (Emol)