A su vez, sigue siendo inentendible que teniendo a disposición el Convenio de Estrasburgo, no se busque que los delincuentes extranjeros condenados cumplan su pena en su país de origen, dado que en Chile no podrán tener visa ni reinsertarse.
Por ello, mientras que la mirada en extremo ideológica hacia el sistema penitenciario y la integración de migrantes que cometen delitos son objetivos buenistas de narcoactivistas, no deben perseguirse a expensas de la seguridad pública. Chile requiere una respuesta decidida que pueda equilibrar justicia con pragmatismo, asegurando que las políticas no solo sean razonables, sino también efectivas en la prevención y combate del crimen organizado.
Álvaro Bellolio
Director Escuela de Gobierno UNAB
Exdirector Servicio Nacional de Migraciones