Bastaron pocas horas para que el Gobierno planteara dos posturas distintas en torno a la crisis de seguridad que enfrenta el país, y que ha puesto en jaque la acciones que hasta ahora se han tomado en esta materia.
Y es que el fin de semana largo estuvo marcado por dos hechos de alta connotación social que agudizaron las presiones: el sábado murieron tres adolescentes en Quilicura en medio de una balacera, y horas más tarde, se constató la muerte de un cuarto joven.
Sobre este tema salió a referirse la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien fue consultada respecto a si Chile es un país seguro para vivir. En respuesta, la ministra hizo un ejercicio de comparación.
La ministra planteó que si bien reconoció que existen «grandes desafíos en seguridad», dijo que «no estamos al nivel que están nuestros países vecinos. Por eso, hemos reforzado las medidas para el control del uso de armas de fuego, para el combate a la delincuencia, el narcotráfico, el crimen organizado que ha venido aparejado de hechos más violentos, y en ello, los homicidios».
Pero un nuevo hecho de alta connotación social se generó al día siguiente, esta vez, por una balacera en Lampa, donde murieron cinco personas en el contexto de una fiesta clandestina que se estaba realizando en un recinto de eventos de la zona.
De acuerdo a lo señalado por las autoridades, en el lugar se encontraban principalmente personas de nacionalidad extranjera, principalmente colombianos y venezolanos.
Esta situación llevó a que fuera el Presidente Gabriel Boric quien saliera a tomar la palabra junto antes de tomar su vuelo a Paraguay, país donde arribaría para tratar temas de intercambio comercial. Para ese entonces, y cuando la cifra de fallecidos -junto a otros hechos delictuales- llegaba a 15 personas, la oposición, especialmente de la UDI, pedía la renuncia de los personeros de Interior.
El Mandatario replicó que no pediría la renuncia de los ministros, acusó de «miopía política» y exhortó a la oposición a avanzar en el fast track legislativo en materia de seguridad. Eso sí, reconoció que existe un recrudecimiento de la violencia en el país.
«En cualquier caso este hecho es gravísimo y de la mayor consternación y quiero ser muy claro en que acá desde el Estado de Chile no vamos a permitir que el crimen organizado nos gane la batalla. En los últimos días hemos visto un recrudecimiento de las acciones del crimen organizado haciendo diferentes vendetas y ataques que sin lugar a dudas generan consternación en la población», precisó.
VALLEJO APUNTA AL GOBIERNO ANTERIOR
El miércoles, en tanto, la ministra Vallejo volvió a referirse a la crisis: defendió el viaje del Presidente a Paraguay, y apuntó a desdramatizar la tensión política con la oposición, distinto a la férrea defensa que el día anterior había hecho el Presidente Boric.
«A nosotros no nos sirve entrar en discusiones con la oposición que no vayan en esta línea, porque para nosotros no es una solución la polémica, es una solución la colaboración, el trabajo y la unidad», sostuvo la portavoz del Gobierno en diálogo con Chilevisión.
El jueves, en tanto, la vocera optó por otra estrategia: apuntó a responsabilizar al gobierno anterior por la situación que hoy enfrenta el país. «Hay distintas apreciaciones, pero no nuestro ánimo a entrar en polémica con las declaraciones de distintos personeros. Lo que sí yo puedo señalar es que si estas medidas se hubieran adoptado mucho antes, por ejemplo, en administraciones anteriores, no tendríamos que estar apresurando tanto el tranco en nuestro gobierno para poder tener resultados más inmediatos», afirmó la ministra a 24 horas.
«Reitero nuevamente que si estas acciones hubieran comenzado en la administración anterior, la situación sería sin duda diferente», concluyó la ministra.
DESORDEN OFICIALISTA Y «RESISTENCIA» DE RM
Ese mismo miércoles, la entonces vicepresidenta Carolina Tohá, encabezó una reunión de emergencia en Seguridad con miembros de su cartera, además de las autoridades de las policías y el Ministerio Público. Luego, en un punto de prensa, la ministra opinó más en línea con el Presidente Boric respecto al diagnóstico sobre los crímenes, pero lo acotó a la Región Metropolitana.
«Cuando el año pasado hubo un descenso de los homicidios (en el país), en la Región Metropolitana se mantuvieron estables. Este año los datos provisorios siguen mostrando nuevamente un descenso, (sin embargo) la Región Metropolitana sigue generando resistencia a este efecto», dijo Tohá.
Horas antes, se había abierto otro flanco político que el Ejecutivo tuvo que salir a apaciguar, esta vez, desde su propio sector. Y es que el senador José Miguel Insulza y su par del PS, Juan Luis Castro, pidieron que se decretara estado de sitio en la RM.
La opción fue rápidamente descartada por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, posición que reiteró el jueves la ministra Tohá, tras la reunión del gabinete de Seguridad en La Moneda. Eso sí, dejó una ventana abierta para que las Fuerzas Armadas colaboren en las tareas de seguridad.
«Cada vez que surgen ideas de este tipo, nosotros las evaluamos. Estamos evaluando distintas formas de despliegue de las Fuerzas Armadas que puedan complementar el esfuerzo en seguridad», planteó la ministra. Al ser consultada por si se descarta la medida, la ministra aclaró: «participación de militares no se descarta, pero Estado de Sitio no lo vemos como una opción».(Emol)