A casi dos meses de las elecciones presidenciales en Venezuela y del cuestionado «triunfo» de Nicolás Maduro, desde la oposición liderada por María Corina Machado solicitaron este lunes a Estados Unidos suspender las «licencias» a empresas petroleras que operan en Venezuela para ejercer presión al régimen.
Según explicó el asesor político de Machado en EE.UU., Rafael de la Cruz, con esta medida buscarían que el líder chavista negocie una «transición pacífica y ordenada del poder».
Si bien el Gobierno de Joe Biden ha realizado diversas sanciones al Gobierno venezolano, ha evitado tocar lo relacionado con el petróleo por dos motivos, explicó a AFP el director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker en la Universidad de Rice, en Texas, Francisco Monaldi.
En primer lugar, la vuelta a una política de «restablecimiento de todas las sanciones puede impactar a la economía venezolana y ese impacto puede terminar generando más inmigrantes de Venezuela».
Pero hay otro motivo: «piensan que en el pasado eso no fue efectivo para lograr que el gobierno venezolano negociara y prefieren tener algún tipo de vínculo que les permita al menos negociar», añade el experto.
Sin embargo, para la oposición venezolana lo anterior ya no funciona. «Las empresas petroleras que están trabajando en Venezuela lo hacen con una licencia del Departamento del Tesoro», dijo De la Cruz en una conferencia organizada por la Americas Society/Council of the Americas en Nueva York.
Estos permisos, en el escenario que el país norteamericano pretendiera aplicar sanciones al régimen venezolano, buscaban «estimular al Gobierno a negociar nuevamente con Estados Unidos», pero esto «no han funcionado», por el contrario, «son un salvavidas para el régimen», sostuvo.
Las empresas petroleras que operan en el país latinoamericano mediante esta modalidad de licencia son -entre otras-: la estadounidense Chevron, la española Repsol y la italiana Eni, enumeró De la Cruz, agregando que las veces que Maduro se ha «sentado a negociar», ha sido cuando «tiene una presión económica importante».
Actualmente, es esa la presión que reclaman desde la oposición venezolana a EE.UU., en la que solicitan acabar con las licencias para que el líder chavista reconozca la voluntad popular que pidió «mayoritariamente» un cambio en Venezuela, haciendo referencia nuevamente al triunfo que se atribuyó Maduro sin presentar las actas de votación.
De la Cruz recordó que en el Congreso de Estados Unidos se están tramitando cuatro leyes que conciernen a Venezuela, de las cuales, «al menos tres de ellas tienen una previsión sobre el tema de suspender las licencias».
«Si EE.UU. termina tomando la decisión de no seguir renovando las licencias, o el Congreso (…) aprueba una ley que obliga al Gobierno a no otorgar licencias, eso va a ser una presión adicional muy importante», aseguró el asesor de Machado. A su juicio, este escenario obligaría a Maduro a sentarse a negociar y «acordar garantías» para que el régimen entregue de «manera pacífica y ordenada el Gobierno».
Por su parte, el asesor económico de Machado, Gustavo García, sostuvo que existen «enormes oportunidades» para los inversores en Venezuela, en particular en el sector del petróleo, donde la producción podría pasar de los 900 mil barriles diarios actuales a los 3,5 o 4 millones. (Emol AFP)