Según sus organizadores, sería la “primera vez en la historia” en que el Congreso realiza una actividad como ésta. El 21 de julio, en Valparaíso -con una solemnidad similar al discurso presidencial del 21 de mayo- los presidentes del Senado, Patricio Walker (DC), y de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez (PPD), realizarán una inédita cuenta pública.
En medio de la crisis por el financiamiento irregular de la política, con varios parlamentarios que hoy están bajo la investigación de la fiscalía, y con encuestas que le entregan mínimos niveles de aprobación, los titulares del Parlamento decidieron organizar una instancia que estará centrada por una fuerte autocrítica en medio de una difícil situación.
Será el primer mea culpa que reviste características institucionales. Y por ello, a la ceremonia se espera que no solo asistan los legisladores en ejercicio; la convocatoria también se hará extensiva a la Presidenta Michelle Bachelet, a los ministros, varios embajadores y representantes de diversas organizaciones.
CUENTA AUTOCRÍTICA
Walker y Núñez ya han sostenido varias reuniones de coordinación para acordar algunos puntos comunes en sus respectivos discursos y en las medidas que cada uno pretende anunciar.
Según trascendió, ambos acordaron que la ceremonia esté marcada por la autocrítica y un reconocimiento a las debilidades en la legislación actual, e incluso, en algunas materias internas del Parlamento.
De hecho, en las intervenciones, afirman quienes trabajan en la organización del encuentro, podrían incluirse algunas alusiones directas a los casos que hoy están bajo la mirada del Ministerio Público.
La idea es concentrar las referencias a los casos que involucran directamente a legisladores en ejercicio, y que han acelerado una sostenida baja en la valoración de la ciudadanía al Poder Legislativo, situación que en el Parlamento esperan, con acciones como la cuenta pública de julio próximo, comenzar a revertir.
“En la lógica de aprovechar la crisis de confianza que estamos viviendo como una oportunidad, y de establecer anuncios que tengan una cierta radicalidad, hemos estado plenamente coordinados con el presidente de la Cámara de Diputados para hacer una primera cuenta pública, una cuenta autocrítica, hablando de las fortalezas y debilidades del Congreso”, explicó Patricio Walker.
El senador DC afirmó que en la sesión conjunta del 21 de julio próximo, la ceremonia también servirá para “anunciar una serie de medidas en probidad y transparencia que eleve los estándares éticos y sean mucho más exigentes”.
Según trascendió, entre las propuestas en que trabajan los equipos de ambos parlamentarios, destaca la creación de una especie de comité asesor de las actuales comisiones de ética de la Cámara de Diputados y el Senado.
La intención es que un grupo de personeros externos, que sirva como un grupo de apoyo, pueda dar su opinión ante casos que vinculen a los legisladores. Todo, para que las resoluciones no estén reducidas solo al discernimiento de la instancia legislativa.
Otra medida en carpeta es el fortalecimiento del comité de auditorías, y la ejecución de iniciativas que permitan una mayor transparencia en los presupuestos del Congreso.
En esa línea, una idea que a fines de 2015 Walker y Núñez pretenden implementar es la realización de discusiones junto a las comunidades para ir definiendo los presupuestos.
“Se requiere de acciones y señales concretas del gobierno y de los partidos políticos y también del Parlamento para hacer frente a la situación delicada que viven las instituciones permanentes de la democracia, realizar la necesaria autocrítica y colaborar a la superación de la desconfianza y relegitimar, en el caso de la Cámara de Diputados para que pueda realizar su rol como corresponde”, afirmó Marco Antonio Núñez.
ENCUENTRO PERMANENTE
En los últimos días, Walker y Núñez han sostenido conversaciones con parlamentarios y con ministros del comité político -como la ministra (s) de la Segpres, Patricia Silva- para que la idea de tener una cuenta pública quede estipulada mediante un proyecto de ley. Y para eso tiene que tener el respaldo suficiente para que su aprobación se concrete en el menor tiempo posible.
El texto consta de un artículo único que agrega a la Constitución un párrafo que establece que “durante el mes de julio de cada año, el presidente del Senado y el presidente de la Cámara de Diputados darán cuenta pública al país, en sesión del Congreso Pleno, de las actividades realizadas por las Corporaciones que presiden”.
La iniciativa ya ha superado los primeros escollos en su tramitación y se espera que esté lista en los días previos al acto del 21 de julio.
La fecha no fue escogida al azar: la Corte Suprema realiza su exposición en marzo, luego viene la cuenta presidencial y, desde ahora, se espera que el turno del Congreso se materialice, de aquí en adelante, en julio.