El futuro comienza hoy, no mañana-Iris Boeninger

El futuro comienza hoy, no mañana-Iris Boeninger

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La mirada al futuro tiende a concentrarse en las próximas elecciones de segunda vuelta de gobernadores del domingo 24 de noviembre, cuya campaña no ha estado exenta de agresiones. La formalización del ex subsecretario de Interior Manuel Monsalve por denuncia de índole sexual a una subalterna ha impactado profundamente en la sociedad ya que se trata de un delito aberrante. Los chats acerca de “las lucas” de la diputada Pérez. Los homicidios que no cesan, el crecimiento del 0% del mes de octubre y el altísimo 1% de inflación debe convocar a toda la clase política a pensar primero en Chile. Las elecciones presidenciales son exactamente en un año. Quienes aspiran a dirigir los destinos de Chile deben profundizar su proyecto país y futuro plan de gobierno considerando que recibirán un país deteriorado en su economía e inseguridad. En un contexto en el que prevalecen las malas noticias y la inmediatez, el diálogo sobre las necesidades ciudadanas pasa a un segundo plano. Cada vez importan más los resultados que los procedimientos para lograrlos.

Pasa de todo y también no pasa nada. Los ciudadanos atónitos observan y escuchan promesas de los políticos que no se traducen en programas con contenido, y eso las hace oportunistas y engañosas. Amigos, enemigos, nuevos amigos que antes eran enemigos. Característica del comportamiento político actual. ¿Y se preguntan por qué la política, los partidos y el Parlamento sufren del rechazo ciudadano?

La inauguración del puerto Chancay en Perú con la presencia de Xi Jinping en el marco del APEC, cuya infraestructura cuenta con la capacidad para recibir buques de hasta dieciocho mil contenedores, es una noticia que impacta y debe preocupar a Chile, que supo ser el líder de la región en esta materia. Ha perdido iniciativa y presencia en el orden internacional.

¿Chile seguirá condenado a esta realidad del no diálogo donde el dogma le gana a la decisión política?

Crecer y prosperar es una aspiración innata del ser humano. No crecer es grave porque no es compatible con la voluntad y los derechos de la sociedad a tener una mejor calidad de vida. Vivir con violencia, homicidios e inseguridad no hace a la dignidad de las personas que viven con miedos de toda índole. Se ve afectada además por la irrupción del crimen organizado, la organización y disputa territorial, el tráfico y consumo de drogas y la exaltación de la violencia.

¿Qué le ha pasado a Chile? ¿Qué le ha pasado a la política?

Hay situaciones que son absolutamente claras para el que las sufre, para todos los ciudadanos y también para quien las debe resolver. Todos saben que la disposición al acuerdo no ha estado presente en los últimos años, y se acrecentó a partir del 2019.

¿Qué esperan para tomar decisiones quienes tienen la oportunidad y responsabilidad de hacerlo? La inercia de continuar ejerciendo la política como se hace hoy condena a Chile y a todos los ciudadanos a la mediocridad y al desaliento de no ver un futuro claro y promisorio. El gobierno actual quería hacer todo con y en el Estado, sin embargo, con el Estado actual tampoco fue capaz de resolver los problemas acuciantes de los chilenos.

Max Weber distingue que la ética de la convicción sería la pauta de conducta del político irresponsable; el buen político, por el contrario, sólo puede adoptar la ética de la responsabilidad.

Hegel en su obra se refiere al dogma como “una falsa verdad inalterada que, desde el pensamiento, la religión, la política y los sistemas legislativos ha marcado, y lo sigue haciendo, el devenir de la humanidad.”

La plurinacionalidad, las creencias que quisieron imponer en forma dogmática de que todo lo que creían malo era producto de los famosos y vilipendiados treinta años. Las refundaciones propuestas buscaban que fuera el Estado quien se haga cargo del sistema Previsional, de la Salud, de la Educación. Buscaron además debilitar la institucionalidad de Chile en aquella Constitución que buscaba eliminar el Senado y establecer once sistemas judiciales para las once naciones plurinacionales.

El diagnóstico es claro y contundente.

1.- La inseguridad, homicidios en aumento, el avance de la criminalidad y el narco tráfico. Menores armados cometen delitos. Esto es grave e indigno para una sociedad que merece y necesita vivir en un entorno seguro. Es un derecho humano.

2.- Estancamiento económico desde el segundo gobierno de Bachelet, cuyas reformas al sistema tributario, educacional, laboral y constitucional rompieron el ambiente pro-crecimiento que había prevalecido durante más de veinte años. El crecimiento económico ha sido muy bajo y hoy está más bajo que desde que se recuperó la democracia. La producción de cobre ha estado estancada durante los últimos diez años. La producción de litio ha crecido pero su impacto en el PIB es aún limitado.

3.- Un Estado que se ha agrandado en personal contratado, en ineficiencia operativa y fiscal. La «permisología», que se refiere a los permisos necesarios para llevar a cabo proyectos de inversión, tanto públicos como privados tienen demoras de seis años. Es un impuesto a la inversión ya que genera una disminución en su retorno esperado. Esto afecta que afecta negativamente el crecimiento económico y la generación de empleos. La modernización es necesaria.

4.- Endeudamiento público creciente y disminución de los fondos de ahorro.

5.- Falta de innovación y la baja productividad en varios sectores han contribuido a un crecimiento económico lento

6.- Informalidad laboral que perjudica a los trabajadores que no tienen acceso a beneficios sociales ni contribuyen a la recaudación de impuestos y le quita sustentabilidad al sistema previsional.

7.- Listas de espera y muertes por ello en el sistema público de salud. Los actuales gobernantes quisieran que todo pase al Estado….

8.- La educación ha perdido calidad y ha ganado la violencia en los establecimientos ya hace años.

Hay mucho más. Se conoce y se sabe.

Es cuestión de tomar desde ahora la decisión responsable y comprometida de adoptar la política de pacto, unirse quienes tienen la mayor chance de gobernar a partir de marzo del 2026 asumiendo la responsabilidad que les toca por el solo hecho de ser políticos poniendo a Chile primero. El que no se suma a esto es irresponsable frente a los ciudadanos y frente a la Patria. Se deben completar las páginas, hoy vacías, de las propuestas para el próximo gobierno.

Vistos los desafíos que Chile debe enfrentar, la compleja e incierta situación mundial y la coyuntura nacional urge definir desde ahora la orientación estratégica y agenda pública con criterio de mediano plazo.

Es muy probable que cambie el color político del próximo gobierno hacia una derecha/centro derecha /centro considerando los resultados de las municipales, la situación del país y el alto rechazo al gobierno del Presidente Boric.

Deberá sin duda, privilegiarse acuerdo y cooperación por sobre la tentación de acentuar la confrontación. Se trata de generar un clima positivo, que incremente confianzas, reduzca incertidumbres, construir políticas a partir de lo real y posible y privilegiar la estabilidad de las reglas del juego.  La modificación al sistema político es urgente y es lo que facilitara la concreción de acuerdos garantizando una mayor gobernabilidad.

La convergencia que impone realidad presente y necesidades de futuro son más fuertes que disquisiciones teóricas, elucubraciones puramente electorales o nostálgicas miradas a viejas utopías.

El futuro comienza hoy, no mañana. (El Líbero)

Iris Boeninger