El diputado Jaime Naranjo anunció su renuncia al Partido Socialista después de más de tres décadas de militancia, argumentando que su decisión responde a un «grito de rebeldía» ante lo que considera una crisis interna en la forma de hacer política dentro de la colectividad.
El parlamentario explicó que su renuncia no implica el abandono de sus ideales socialistas, sino una profunda crítica al estilo al interior del partido. «Yo no he renunciado a la idea socialista. Me voy a sentir socialista toda mi vida. De eso nadie me lo va a poder quitar», afirmó Naranjo, dejando en claro que su decisión no tiene que ver con un rechazo a los principios que lo guiaron durante su carrera política.
El diputado, señaló que su renuncia es una manifestación de frustración por el clima político dentro del Partido Socialista: «Este es un grito de desesperación, de decir, no podemos seguir por este camino, porque este camino no nos conduce a nada». «El camino del Partido Socialista es el de la solidaridad, el de trabajar en conjunto, el de cooperarnos, el de ayudarnos, no de carreras individuales. De tal manera que mi renuncia apunta a eso, a hacer un llamado de advertencia, a decirle a los militantes y a los dirigentes, no podemos seguir en ese camino de cómo estamos haciendo política», agregó.
El legislador fue claro al enfatizar que su decisión no busca señalar a individuos específicos ni criticar de manera directa a los actuales dirigentes del PS. «No estoy condenando a nadie, no estoy criticando a nadie», aclaró, pero sí advirtió que, si el partido no cambia su estilo de trabajo y sus relaciones internas, corre el riesgo de perder su relevancia histórica.
«Si no reaccionamos, si no hay una reacción a cambiar el estilo, yo creo que el Partido Socialista va a dejar de trascender», afirmó. En cuanto a su futuro político, Naranjo descartó cualquier tipo de pretensión electoral: «No hay ninguna cosa, nada. Solamente es un grito de basta ya».(Emol)