76 millones de mujeres han sufrido violencia de género en la UE

76 millones de mujeres han sufrido violencia de género en la UE

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«En Europa hay alrededor de 229 millones de mujeres. Un tercio de ellas ha recibido cachetazos, fue golpeada, pateada, violada, o sufrió otro tipo de violencia”, dijo Sipra Rautio, directora de la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales (FRA), este lunes (25.11.2024), en Bruselas. La magnitud de la violencia contra las mujeres es «verdaderamente sobrecogedora”, añadió.

La FRA presentó, junto con la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), una investigación conjunta sobre la violencia de género.

Se trata del primer estudio de este tipo desde hace diez años. La encuesta recogió datos de más de 114.000 mujeres de toda la UE durante un período de cuatro años en el que se han recolectado y evaluado los datos de los Estados miembros. La triste realidad es que desde entonces nada ha cambiado en verdad, señaló Rautio durante la presentación.

VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA EN SUS CASAS

Según la encuesta, una de cada tres mujeres en la Unión Europea ha sufrido violencia física, psíquica o sexual, ya sea por parte de una pareja masculina o de terceros. Las cifras son particularmente altas en Finlandia (51,7 por ciento), Suecia (52,5 por ciento) y Hungría (49,1 por ciento). También en Dinamarca, un 47,5 por ciento de las mujeres han experimentado alguna vez este tipo de violencia.

Las cifras más bajas se registraron en Bulgaria (11,9 por ciento), Polonia (16,7 por ciento) y la República Checa y Portugal (19,7 por ciento cada uno). Con un 25,6 por ciento, Alemania está ligeramente por debajo del promedio de la UE, del 30,7 por ciento.

En especial, las mujeres sufren violencia de género en al ámbito de su hogar. Casi una de cada cinco mujeres (19,3 por ciento) dice haber sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja masculina o de otras personas que viven en su hogar.

UNA DE CADA TRES MUJERES ES ACOSADA EN EL TRABAJO

Casi una de cada tres mujeres encuestadas afirmó haber sido acosada en el trabajo. Dijeron, entre otras cosas, que se las acosó con bromas sexuales inapropiadas, imágenes y videos inapropiados de contenido sexual, o a través de contacto físico inapropiado. En el grupo de edad más joven, de 18 a 29 años, el 41,6 por ciento informó de tales experiencias.

También en este caso, las cifras son más altas en los países del norte de Europa: Suecia (55,4 por ciento) y Finlandia (53,7 por ciento), seguidos de Eslovaquia con un 53 por ciento. Las cifras más bajas corresponden a Letonia (11 por ciento), Bulgaria (12,2 por ciento) y Portugal 12,3 (por ciento). Alemania está en poco más del 32 por ciento y, por tanto, ligeramente por encima de la media de la UE.

Joanna Goodey, jefa de departamento de la FRA, señaló que la «paradoja nórdica” se explica probablemente porque en los países del norte de Europa «las mujeres se sienten en condiciones de hablar sobre sus experiencias como víctimas de violencia y eso no es visto como algo que les causa vergüenza ni las culpabiliza”. Por eso hay también más denuncias. Pero eso no es así en todos los países, agregó Goodey.

UNA DE CADA SIETE MUJERES DENUNCIA VIOLENCIA A LA POLICÍA

El sondeo mostró, asimismo, que solo algo menos de una cada siete mujeres denuncia ser víctima de violencia a la Policía, dijo la directora del Instituto Europeo de la Igualdad de Género, Carlien Scheele.

Casi un 14 por ciento de las mujeres encuestadas dijeron haber denunciado el hecho de violencia a la Policía. Un 20,5 por ciento se dirigió a servicios sociales o sanitarios.

Scheele indica que esos datos dicen mucho sobre cómo la sociedad actúa ante la violencia contras las mujeres. La culpabilización de las víctimas, y la vergüenza que eso les produce, están a la orden del día: «¿Por qué te quedaste?”, ”¿Por qué no denunciaste antes?”, «¿Qué hiciste para provocarlo?”: esas son las preguntas que aún se siguen haciendo a las mujeres, y que deberían dejar de hacerse. Para lograrlo se necesitan medidas urgentes y concretas, subraya Scheele.

Gisele Pelicot, víctima de violación masiva en Francia. Gisele Pelicot, víctima de violación masiva en Francia.
El caso de Gisele Pelicot, víctima de violación masiva organizada por su marido en Francia, ha provocado un debate sobre los derechos de las mujeres y las estructuras patriarcales en toda Europa.Imagen: Jerome Rey/PHOTOPQR/La Provence/MAXPPP/IMAGO

MEDIDAS CONTRA LA VIOLENCIA EN LA UE

Aunque las cifras no han cambiado esencialmente en los últimos diez años, la situación actual es diferente, dice a DW Irene Rosales, del Lobby Europeo de Mujeres (European Women’s Lobby). La Convención de Estambul ha sido ratificada, entretanto, en la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea.

Según el Convenio de Estambul (Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica), la violencia de género ocurre cuando el acto violento se dirige contra una mujer por el hecho de ser mujer, o cuando las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada.

Este tratado para evitar y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica es aplicado actualmente en 22 de los 27 países de la UE. Bulgaria, República Checa, Hungría, Lituania y Eslovaquia aún no lo han ratificado. La UE también se unió a la convención en 2023.

Este año la UE también adoptó una nueva directiva para combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Los Estados deben implementarla antes del 14 de junio de 2027. Rosales espera que esto cree un nuevo nivel de responsabilidad.

En febrero de este año, una iniciativa para crear una definición uniforme de violación en toda la UE basada en el consenso fracasó debido a los Estados miembros.

FIN A LA CULPABILIZACIÓN DE LAS VÍCTIMAS

Especialmente en lo que respecta a la aplicación del Convenio de Estambul, la experta en derechos de las mujeres Rosales desearía que se aplicara una perspectiva sensible al género, es decir, que se tengan en cuenta las desigualdades sociales existentes entre hombres y mujeres. Porque sin este enfoque no se puede entender la situación por la que pasa una mujer, afirma Rosales. Por ejemplo, no se reconocerían determinadas formas de control por parte de los hombres, o no se tendrían en cuenta en la evaluación factores como la posible dependencia económica. Un enfoque de ese tipo también protegería a la víctima de ser culpabilizada por el delito del perpetrador o los perpetradores.

También Carlien Scheele está a favor de ese enfoque. La víctima debe estar en el centro de todas las medidas para asegurar que más mujeres denuncien los delitos.

La experta en derechos de las mujeres Irene Rosales prevé que las cifras tampoco bajarán en el futuro. Sin embargo, esto se debe en parte a que está aumentando la conciencia sobre este fenómeno de violencia, como ya se puede observar en el norte de Europa. (dw)