Los tentáculos del Tren de Aragua

Los tentáculos del Tren de Aragua

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Los miembros del Tren de Aragua que están operando en Chile siguen demostrando poder y fuerza, lo que nos podría dejar claro que sus raíces siguen sólidas en nuestro país. Me refiero, específicamente, a la noticia que se reportó esta semana sobre la casa de tortura que operaba muy cerca del Palacio de la Moneda, la detención de cuatro integrantes de esa mega banda y su participación en al menos un homicidio, además de explotación sexual y extorsiones.

Esto nos demuestra que las autoridades están lejos de desarticular de una vez y para siempre a este grupo delictivo. Y, de alguna manera, pareciera ser lógico que sea así porque tenemos que tomar en cuenta que estos criminales comenzaron a llegar entre 2017 y 2018, y fue hasta 2021 que los descubrieron y hasta 2022 que los empezamos a tomar en serio. Es decir, siempre han tenido una ventaja de, por lo menos, cuatro años. Por otro lado, nuestras autoridades no estaban acostumbradas a combatir a este tipo de criminales, por lo cual han tenido que formarse y trazar estrategias sobre la marcha, lo que, a mi modo de ver, ralentiza todo el proceso de lucha contra ellos.

En este punto, debemos tener claro que “el crimen organizado que llegó a Chile es evolucionado y muestra una diversificación y una sofisticación alarmantes que han impactado profundamente la seguridad pública, la cohesión social y, de forma crítica, el estado de derecho”, así lo define el Primer Informe sobre Crimen Organizado que hizo la Fiscalía este año.

Además, estos delincuentes saben adaptarse a la geografía y condiciones locales de los lugares donde deciden operar, lo que dificulta su control porque pueden, de alguna manera, mimetizarse. Además, operan a través de un modelo descentralizado y muy violento. ¿A qué me refiero con descentralizado? A que funcionan como una gran empresa. Tienen departamentos, giros o vagones especializados en cada tipo de delito. Respetan las jerarquías y son en demasía leales.

Como empresas, también hacen estudios de mercados, es decir, ensayan sus delitos para evaluar la acción de las autoridades y de acuerdo a eso, mutar en sus modus operandi y perfeccionarse. Por eso, no debemos confiarnos.

Y no sólo es el Tren de Aragua el que está operando en nuestro país. Ellos abrieron camino. También están, según indica el informe de la Fiscalía, los Melean (venezolanos), Los Orientales, (venezolanos), Los Valencianos (venezolanos), el Primer Comando de la Capital (Brasil), Los Pulpos (Perú), Los Lobos (Ecuador), Jalisco Nueva Generación (México), Cartel del Golfo (colombianos), entre otros. Y todos tienen estructuras y fines similares. Además, son muy violentos y tienen objetivos claros.

Ante toda esta realidad y tomando en cuenta que los tentáculos del Tren de Aragua –y de las demás agrupaciones delictivas– parecieran estar tan sólidos y operando en las sombras, debemos prepararnos para autogestionar nuestra seguridad. Si bien nuestras autoridades se esfuerzan y han logrado desarticular algunas células de estas mega bandas, también es cierto que falta mucho por hacer y los índices así lo demuestran. Seguimos manteniendo un promedio de un homicidio cada 12 horas y 13 robos con violencia cada hora.

Esto nos indica que, como ciudadanos, debemos prepararnos para no ser víctimas de este virus y la “vacuna” existe: conocer estrategias que nos permitan protegernos y sólo los profesionales en esta área pueden ayudarnos. (Red NP)

Gonzalo Cornejo

CEO de Insight Security