A mediados de octubre de 2014 el ex candidato presidencial y líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami (ME-O), viajó hasta Caracas para participar de un homenaje que realizó el Partido Socialista Unido de Venezuela a su padre, Miguel Enríquez, por los 40 años de su muerte. Días después de su regreso a Chile, inició la preparación de la estrategia del PRO para enfrentar las próximas elecciones municipales, la que incluía la elaboración de una lista de candidatos del PRO.
Según explican en su entorno, fue durante esas semanas en que ME-O tomó contacto con partidos de la Nueva Mayoría para explorar la posibilidad de un eventual pacto municipal y presidencial, el que ahora sería totalmente olvidado debido a la vinculación del ex candidato con SQM.
A fines de 2014 la estrategia del partido consistía en abordar “prioritariamente” las comunas donde el PRO tiene alcaldes y concejales y tuvo una alta votación presidencial. La decisión de ME-O de impulsar este plan y llevar candidatos propios en cerca de 22 comunas, abrió una cierta “amenaza” electoral para los postulantes del oficialismo que compitan en esos municipios, ya que aspiran a representar al mismo perfil de votantes.
Ante este escenario, se abrieron dos posibilidades para ME-O. Por un lado permitir que el PRO continúe compitiendo en las elecciones y así fidelizar a su electorado. Por otro, levantar una especie de “aérea de negociación” con la Nueva Mayoría con miras a la elección municipal y presidencial.
En ese contexto el ex diputado comenzó a mover sus fichas al interior del oficilismo. De hecho, a fines de noviembre sostuvo una reunión formal con el senador y presidente del MAS, Alejandro Navarro, para oficializar las conversaciones que habían tenido durante semanas con el objetivo de “acercar posturas” entre el ex candidato presidencial y la Nueva Mayoría. Según quienes conocieron el contenido de la reunión, ahí se abordaron las elecciones municipales y la posibilidad de incluir a ME-O en las eventuales primarias que el oficialismo realizaría.
En ese momento, en la Nueva Mayoría habría existido interés de llegar a un acuerdo con el PRO para presentar una lista municipal “integrada” y evitar que los candidatos de ME-O le resten votos clave a los postulantes de la Nueva Mayoría en comunas emblemáticas. Pero, a cambio de eso, ME-O podría proponer un “acuerdo vinculante” entre la municipal 2016 y la presidencial 2017, de modo que a cambio de omitirse en ciertos municipios se le asegurase un cupo en una eventual primaria de la izquierda.
De esta manera, el oficialismo evitaría poner en riesgo la elección de candidatos en comunas simbólicas como Santiago y Recoleta.
Sin embargo, ME-O no sólo sostuvo acercamientos con Navarro durante 2014, sino que sostuvo una serie de conversaciones con otros influyentes parlamentarios de la Nueva Mayoría. Entre ellos, los diputados DC, Pablo Lorenzini y Gabriel Silber, elpresidente del PPD, Jaime Quintana, entre otros dirigentes. La idea de ME-Ohabría sido “generar puentes” con el oficialismo y abordar diferentes temáticas del Gobierno como las principales reformas que impulsa el Ejecutivo, tributaria, de educación y laboral.
Sin embargo, los contactos con la Nueva Mayoría no tuvieron “mayores avances”, sólo quedaron en conversaciones y acercamientos, según explican fuentes del oficialismo a “El Líbero”. Y ante la situación por la que atraviesa ME-O -luego de que se conocieran correos que vinculan al ex candidato presidencial con dineros de SQM- la estrategia del oficialismo es “desmarcarse y tomar distancia” del episodio y asimismo alejarse de todo acuerdo con el ex diputado socialista.
POSTURA DEL OFICIALISMO
Tras conocerse la situación del ex candidato presidencial, el tema ha sido comentado de forma informal entre algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría en los pasillos del Congreso. En el oficialismo explican que tomarán distancia de ME-O, que esperan que sea él quien explique la situación, que a la Nueva Mayoría no le influye en lo absoluto y descartan todo tipo de pacto con el ex diputado.
“No hay ningún acuerdo con él. La Nueva Mayoría no tiene ningún acuerdo con ME-O, la Nueva Mayoría no está viendo ningún tema presidencial. Y si él tiene que aclarar o no, es un tema de él, en función de haber sido candidato presidencial. Si fuera el caso de financiamiento irregular, están en otras esferas (…) no hay que prejuzgar”, explica a “El Líbero” el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana.
Asimismo, el senador y presidente de la DC, Jorge Pizarro, señala a “El Líbero”, que “es él quién debe dar explicaciones ante la opinión pública”.
En la Nueva Mayoría agregan que no existen intenciones de iniciar conversaciones con ME-O y que la idea es “alejarse” del ex candidato presidencial. De hecho, se emitirían declaraciones al respecto durante los próximos días.