La cumbia comunista-Vanessa Kaiser

La cumbia comunista-Vanessa Kaiser

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Conversando con un venezolano víctima del desplazamiento forzado que provocan el hambre, la miseria y persecución del socialismo del siglo XXI me planteó su preocupación por Chile: “Usted se da cuenta de lo mal que están las cosas cuando los políticos actúan de manera descarada y ya ni siquiera intentan ocultar sus maldades”. Uno podría decir que el descaro, la desvergüenza y la desfachatez han sido la tónica del gobierno actual. Desde esa frase dicha por el Presidente tras la derrota del mamarracho atribuyéndose ser la vanguardia frente a un pueblo retrasado e ignorante hasta el caso Fundaciones, la verdad es que no hay memoria que aguante tanta corrupción, insolencia y maltrato de la fe pública. El trabajo ha sido de joyería, puesto que han logrado deconstruir el respeto por las instituciones, los cargos y los símbolos en parte importante del imaginario ciudadano.

En paralelo a la batalla cultural, cuyo blanco es el sentido común, se ha avanzado en la captura ideológica del Poder Judicial. El descaro es tan evidente que, en el contexto del 8M, el Comité de Género de la Corte de Apelaciones de La Serena hizo sendas publicaciones en redes sociales recordando a mujeres del PC y del MIR como Gladys Marín, Blanca Rengifo y Alicia Herrera. Más allá del caso puntual cabe preguntar, ¿desde cuándo y por qué existen comités “de género”, concepto inventado por la izquierda progresista?

Otro de los momentos en que el descaro del gobierno rompió varios récords lo vivimos la semana pasada con la celebración del crecimiento de 2,6% del PIB por parte del Presidente Boric. No es necesario ser economista para saber que la contracara de la paupérrima cifra es el desequilibrio fiscal. En febrero de este año el Consejo Fiscal Autónomo alertó sobre el déficit estructural equivalente al 3,2 % del PIB, calificándolo como un “desvío de magnitud extraordinaria”, lo que deteriora “aún más la situación de estrés fiscal actual”. La imprudencia y el despilfarro han disparado la deuda pública, cerrando el 2024 con un 42,3% del PIB. Así las cosas, el gobierno de los comunistas progresistas avanza en el cumplimiento de su promesa de transformar a Chile en la tumba del neoliberalismo, con sana alegría y paso de cumbia.

Sí, cumbia fue lo que bailaron los comunistas para celebrar a su posible candidata a la presidencia, Jeannette Jara. El show se desarrolló en el contexto de la aprobación de la reforma de pensiones que dinamita la propiedad privada de los fondos y abre la puerta a un sistema de reparto. Vestir a la ministra del Trabajo de Michele Bachelet poniéndole a un DC de pareja, el diputado Eric Aedo, para bailar incluso la misma canción que la exmandataria bailó en 2017, simboliza la estrategia que la izquierda ha decidido implementar con miras a las próximas elecciones presidenciales. Al parecer a Carolina Tohá le toca atraer a Amarillos y a los díscolos de la ex Concertación, mientras Jara coquetea con el marxismo democratacristiano y los extremos. Nos referimos a las agrupaciones extrainstitucionales que se toman las calles y desatan la violencia cada vez que el clima político es propicio para la revolución.

Lo que no puede dejar de llamarnos la atención es a qué se debe tanto jolgorio cumbianchero. La respuesta la dio Fernando Atria en un programa de CNN a su tocayo Paulsen. El cerebro del FA afirmó que este “gobierno, a pesar de todo lo que se dice y considerando las circunstancias en las cuales debió gobernar, es exitoso”. ¿Exitoso?

Claro que sí. La alianza PC/ FA y socialismo “democrático” no sólo logró dinamitar el sistema de pensiones, columna vertebral del modelo económico, sino que avanzó la agenda woke que contenía el mamarracho con leyes como la de violencia de género o la ley Karin a extremos que ponen en peligro la paz social y el funcionamiento del aparato productivo. Ambos han sido objetivos históricos de las revoluciones marxistas.

En suma, la situación es gravísima, pero puede empeorar si se aprueba la ley Zamudio 2.0 que termina por desmantelar la igualdad ante la ley, asfixiar la libertad de expresión y socavar los cimientos de la República con la introducción de la igualdad sustantiva rechazada el 4 de septiembre de 2022. Lamentablemente la probabilidad es alta cuando vemos que, producto del velo de la ignorancia, no sólo políticos de derecha, sino que, además, los empresarios más importantes del país promueven la agenda woke del mamarracho. Icónica es la encuesta Midequidad de la Sofofa cuyo objetivo es “medir el nivel de madurez en indicadores de género de tu empresa”.

Está claro que si los empresarios no se esfuerzan por entender el carácter ideológico del discurso buenista del progresismo, terminarán apoyando, en la práctica, la implementación del mismo proyecto constitucional que hace poco rechazaban dándole la razón a Atria. En pocas palabras transformarán al desastroso e inepto gobierno de Boric en un éxito político de la extrema izquierda que no tendrá parangón en la historia de Chile. (El Líbero)

Vanessa Kaiser