Desde su oficina en calle Esmeralda, el presidente del consejo directivo del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría, se refiere a la frustrada inscripción de la Nueva Mayoría para las primarias municipales. Pese a que evita entregar un juicio al respecto, a la espera de la resolución de la directora (s) de la entidad -que al cierre de esta edición aún no se comunicaba-, asegura que, de acuerdo a su experiencia, la ley siempre ha sido clara respecto de quiénes deben concurrir a oficializar los pactos electorales.
A raíz de la frustrada inscripción de los candidatos a las elecciones primarias de la Nueva Mayoría, ¿usted puede confirmar que todos los presidentes de partidos sí tienen que estar presentes a la hora de inscribir un pacto electoral?
En eso hay toda una historia de aplicación de la ley que es más que una tradición o más que un acto protocolar. Si uno dice “formalizar”, es decir, dar forma legal a un acto, se establece el instrumento que debe contener las determinadas menciones. Es evidente que alguien tiene que participar de ese acto, y ¿quién es ese alguien? Los representantes legales de los partidos. Creo que si cada vez que se regula una determinada actuación, tuviera que decirse que la persona tiene que estar presente, que es algo sobre entendido, tendríamos libros de códigos del doble del tamaño de los que tenemos hoy día.
Entonces, ¿debió primar el sentido común y las experiencias de inscripciones anteriores?
Es que no sé si es sentido común. Por ejemplo, el reglamento de la Ley Orgánica Constitucional de la Cámara regula el juramento del diputado, pero no se dice que tiene que estar el diputado en el hemiciclo para jurar, pero eso es obvio. No podría ir una persona que trabaja con él, o hacer el juramento en ausencia.
Por lo tanto, a su juicio sí tenían que estar todos los presidentes de partidos…
Para mí la ley está clara. Me quedó hasta ahí. En su momento podré responder.
¿Pero qué pasó, entonces, con Ignacio Walker en 2013? Él era presidente de la DC, pero no fue personalmente a inscribir la primaria presidencial…
Respecto de eso se solicitó un informe a la directora. Ella, a su vez, se lo solicitó al encargado del proceso electoral de registro de inscripciones. Y él entregará al consejo el detalle de lo que habría ocurrido.
¿Pudo haber sido un error?
Pudo haber sido un error, pudo haber sido mandato, pudo otra persona haber actuado en su representación. Por eso prefiero no especular, sino que saber qué pasó. Quizás se fue antes de la foto. Hay miles de opciones. Prefiero esperar el informe.
De acuerdo a las actas de la reunión del consejo directivo, realizada el miércoles, usted respaldó la versión de la directora del organismo, que contradijo el relato de los hechos que expuso la Nueva Mayoría…
En esto quiero ser bien preciso. Hay hechos que la directora certifica en su calidad de ministro de fe de la institución. En esa oportunidad, yo estaba en el lugar por una función protocolar, para saludar a los presidentes de la Nueva Mayoría. Poco antes de las 12 de la noche estuve en la sala que se usa para audiencias públicas. Luego, le facilité a los presidentes -a esas alturas ya estaban los siete- una sala para realizar un punto de prensa. Respecto de esos hechos, que pude constatar, doy fe, pero hay hechos que ocurrían simultáneamente en diferentes salas.
Entonces, ¿a usted le consta o no que la razón por la que no se inscribió la Nueva Mayoría en su momento era porque Isabel Allende no estaba presente?
Lo que me consta es que ella no estaba presente antes de las 00.00. Ese era un hecho público y notorio. No era mi función recibir la documentación.
¿Pero usted puede afirmar que la Nueva Mayoría sí llegó con los papeles e intentó inscribirse?
No, eso no me consta.
¿Cómo evalúa las desprolijidades de los partidos oficialistas? Hubo inasistencias y errores en los documentos de reclamo. ¿Cree que esto va en desmedro de las colectividades?
No puedo hacer ninguna interpretación, porque puede deberse a muchos factores, y yo no voy a atribuir intenciones, ni buenas ni malas, a nadie.
Con todo lo sucedido, ¿cree que se han visto deslegitimadas las primarias?
No, porque como sistema sin duda que fue un avance muy importante desde el punto de vista de la participación ciudadana. Ahora, me parece que es importante que dentro de la legislación electoral haya una regulación no sólo de las primarias legales, sino que también de otros mecanismos que pudieran utilizar los partidos para definir a sus candidatos. ¿Por qué no pensar en dar opciones, tomando los resguardos, para que los partidos también pudieran -con sus propios fondos- organizar sus primarias convencionales? ¿Por qué no permitir que el Servel las supervise?
¿Esa podría ser una salida alternativa a este caso en particular?
Creo que estas son cosas que quedaron pendientes del debate que dimos este año. Más que en este caso particular, creo que hay que dar distintas opciones. Ahora, hay que hacer esto de manera tal que permita evitar algunos riesgos, como hacerlas en fechas distintas, locales distintos, para que no haya cruce de votantes. Lo que ocurre es que nosotros estamos intentando regular algo tan importante como es la actividad política, la actividad pública, con la evaluación de la mayoría de las instituciones y muchos de sus actores por el suelo. Entonces, no estamos actuando con la seriedad y objetividad que debiéramos hacerlo.
¿Considera que los partidos, en este caso, han estado a la altura?
En mi ánimo de no pontificar, creo, sin dudarlo que no se deben estar sintiendo bien, especialmente los equipos electorales, que han trabajando en el tema. Ahora, precisamente por los cargos que ejercemos cada uno de nosotros, se nos debe exigir a todos el mantener estos debates en un ambiente de respeto, como se hace en democracia, y no caer en el insulto, en la descalificación.
El Servel tendrá nuevas atribuciones fiscalizadoras. Sin embargo, ya frente a un episodio donde a la Nueva Mayoría no le pareció la aplicación de las normas, han recibido una serie de críticas. ¿Le preocupa el precedente que esto pueda generar?
Vamos a ejercer las facultades que nos entregaron, ejercer las atribuciones. Yo, en lo personal, creo que hay que ser suave en la forma, firme en el fondo. Creo que los entes fiscalizadores, reguladores, tienen que ser firmes, aplicar un sólo criterio. Y debe ser así para todas y todos por igual. Si se empiezan a hacer excepciones, automáticamente se deslegitima el sistema. Pero uno no tiene por qué hacerlo de manera agresiva, sino que suave en la forma. Lo cortés no quita lo valiente.
Pero hoy sí existe la opción de que se haga una excepción. Por algo se está analizando una respuesta al reclamo oficialista con el que ese sector busca revertir la decisión del Servel. ¿Puede ser una señal equívoca para la ciudadanía?
Estoy convencido de que aquí la directora va a resolver. O, sea le corresponde resolver. Hecho eso, por lo que he visto, es probable que haya algún recurso judicial, pero cuando se diga la última palabra, el tema va a estar absolutamente resuelto.
Pero la opción está abierta estos días. ¿No es una mala señal?
Yo creo que no es una mala señal. Es actuar con responsabilidad, es estudiar los antecedentes, mirarlos. Además, es el reconocimiento de que las personas no son infalibles. O sea, las instituciones también pueden, a través de quienes las dirigen, cometer errores. Yo no digo que este sea el caso, pero lo digo porque el sistema tiene que estar así. Porque puede ser revisable por otros. Para eso están los tribunales de justicia, para resolver los conflictos, las controversias entre las personas. Si alguien siente que hay una ilegalidad, una falta, un abuso, tiene a los tribunales para recurrir. Entonces, en un momento se le va a poner un corte a esto.
Se hicieron una serie de modificaciones y esfuerzos en el proceso legislativo para que las primarias estuvieran vigentes. A la luz de lo ocurrido, da la impresión que la Nueva Mayoría no estaba tan convencida de las primarias.
Lo primero es señalar que intenciones, análisis, temas que están fuera de lo técnico, en estos momento yo no puedo ni quiero referirme. Acá hay un procedimiento que está establecido, que por lo demás está en el marco de las competencias y facultades de la dirección del Servicio Electoral. (La Tercera)