El diputado de Revolución Democrática Giorgio Jackson aseguró que el proyecto de reforma a la educación superior, ingresado ayer en la Cámara de Diputados, no cumple «ni de cerca con las expectativas» del movimiento estudiantil ni con las propias promesas de campaña de la Presidenta Michelle Bachelet.
«No se puede negar que este proyecto está muy lejos de las expectativas de lo que se ha venido construyendo en los últimos cinco años en materia de educación superior (…) lo que se establece es que va a depender de una nueva reforma tributaria o de dos reformas tributarias de la misma magnitud de la que se ejecutó durante este gobierno para que se pueda alcanzar la gratuidad universal», sostuvo el parlamentario en Radio Cooperativa.
«Eso significa que el gobierno toma la decisión de no generar una forma de gradualidad a la gratuidad universal, sino simplemente le chutea la decisión a otro gobierno, porque define que esto va a empezar a entrar en curso a medida que haya más ingresos fiscales proporcionales al PIB, no más ingresos fiscales a secas. Esto es chutear la decisión de tener gratuidad en la educación superior a gobiernos futuros, que tienen que implementar reformas tributarias para que eso se cumpla», agregó el ex líder estudiantil.
En esa línea, dijo que «el gobierno, lo que está diciendo con su propuesta, es que no alcanza y que los recursos se destinarían a otras materias. Por lo tanto, o hubo un mal cálculo al momento de definir la reforma tributaria o no hubo convicción al momento de presentarla y se presentó simplemente para poder obtener réditos electorales y posteriormente deshacer una promesa».
«Ambas opciones serían igual de graves: o es por negligencia, porque se hizo mal, o porque se prometió algo que se sabía que no se podía cumplir, y yo creo que ahí hay una responsabilidad política muy importante de parte del gobierno, porque la gente se tiene que hacer cargo de lo que compromete», acotó el ex presidente de la Feuc.
«Hay una gran contradicción, porque lo que se comprometió era que en un periodo de seis años –ésa era la gradualidad propuesta en la época de la campaña- se iba a poder alcanzar la gratuidad universal; es decir, al año 2020. Sin embargo, en la propuesta del Mineduc esto depende de que otros gobiernos decidan tomar esta posta, hagan reformas tributarias y, a partir de eso, esas platas de esas reformas tributarias vayan a este fin, sin que se señale un camino claro. Por eso yo creo que el textono satisface ni de cerca las expectativas en materia de gratuidad», afirmó Jackson.
Según el diputado RD, el proyecto «no define gradualidad y simplemente dice que se va a llegar hasta un 60 por ciento en el año 2018, con suerte a un70 por ciento se excluye a un gran porcentaje del estudiantado».
«Se deja afuera a jóvenes provenientes de familias cuyo ingreso per cápita está en cerca de 260 ó 280 mil pesos; es decir, no estamos hablando de gente rica, sino sectores empobrecidos, que viven en la vulnerabilidad, casi de la misma manera que quienes tienen un poco menos. Hay de frentón un corte de expectativas inicial a todas esas familias de clase media, emergentes», indicó el legislador.
«Está bastante seguro que la referida propuesta insatisfactoria del gobierno no se entiende tan sólo con la desacelaración económica, sino que hay una decisión política de postergar esto y entregarle la responsabilidad a otro Gobierno, porque no está la convicción de que en Chile tenga que haber gratuidad universal materia de educación superior», concluyó Giorgio Jackson. (El Mostrador)
