Según un artículo publicado por el FT, se prevé que en los próximos años los robots reemplacen en sus funciones a millones de trabajadores de todo el mundo desde los vendedores de las tiendas, los profesores, los contadores y, tal vez, incluso hasta los taxistas.
También se espera que la inteligencia artificial (IA) y la automatización revolucionen la industria de la inversión, sobre todo en el área del asesoramiento financiero automatizado, que emplea algoritmos para sugerir fondos a los inversores.
Menos discutido es el impacto que la robótica y la inteligencia artificial podrían tener sobre la figura del gestor de carteras. Los analistas creen que los trabajos de muchos gestores de fondos podrían verse amenazados a medida que la tecnología avance.
«¿Por qué emplear a cientos de gestores de activos que seleccionen acciones y apliquen estrategias de inversión, cuando unos pocos programas pueden hacerlo por ti?» comenta Alexey Utkin, de la consultora DataArt. La implantación de los robots selectores de acciones, que carecen de las emociones que pueden llevar a tomar decisiones de inversión impulsivas, supondría un enorme cambio para una industria que se promociona como un «negocio de personas». (DF-FT)
