La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ha sufrido un duro revés judicial. El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi decidió procesarla junto con su exapoderado en la fundación de las Madres, Sergio Schoklender, por el presunto desvió de 200 millones de pesos (unos 13 millones de dólares al cambio actual) por Sueños Compartidos, un programa de construcción de viviendas sociales que se financió con fondos públicos. El procesamiento implica que el juez encontró pruebas suficientes para juzgar a ambos, una camino que puede terminar en un juicio oral.
La causa se remonta a 2011 y Hebe de Bonafini, de 88 años, delegó siempre la responsabilidad del manejo de los fondos de la fundación en Schoklender. «Las Madres decidimos jugarnos la vida por la libertad de la misma manera que se la jugaron nuestros hijos. El precio es este, que el Poder Judicial, no la Justicia, me procese. Estoy honradísima de ser procesada por este Poder y por este Gobierno. Gracias Macri por darme este honor de ser procesada», ironizó Bonafini en un descargo de cinco minutos que hizo a través de un vídeo publicado en redes sociales.
Hebe de Bonafini se convirtió en víctima de la última dictadura argentina en 1977, cuando los militares secuestraron a dos de sus tres hijos, hoy desaparecidos. Su lucha durante 40 años por los Derechos Humanos le valió el reconocimiento internacional. Pero, durante los últimos años, Bonafini ha sido criticada por su alineamiento sin condiciones al kirchnerismo. Fue su cercanía con el anterior Gobierno la que la llevó a construir, en nombre de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, viviendas sociales financiadas por el Estado. El proyecto recibió entre 2005 y 20011 unos 1.295 millones de pesos (266 millones de dólares al cambio de ese momento) para construir 4.757 casas en distintos lugares del país. Pero Sueños Compartidos sólo entregó 822 viviendas y dejó de pagar los salarios a los obreros que las construyeron. Madres quedó entonces en la mira por el destino del dinero y se abrió por presunta malversación de fondos públicos.
Al frente de Sueños Compartidos Hebe de Bonafini puso a Schoklender, portador de un apellido muy conocido en Argentina. Sergio y su hermano Pablo estuvieron 14 años presos por asesinar a sus padres en 1981. El Caso Schoklender, como se lo conoció en los años 80, inspiró incluso una película, Pasajeros de una Pesadilla, protagonizada por Federico Luppi. Tras cumplir su condena, Sergio Schoklender se convirtió en apoderado de las Madres, bajo el ala protectora de Bonafini. La relación se cortó abruptamente cuando la titular de Madres endilgó todos los cargos de malversación en la construcción de viviendas a su exapoderado. Bonafini hoy se considera víctima y no victimaria en la causa que investiga el juez Martínez Giorgi.»Tengo la conciencia muy tranquila, que revisen lo que quieran», dijo Bonafini en su defensa. (El País.es)