Una coalición de diez estados reclamó hoy al presidente de EE.UU., el republicano Donald Trump, que se retire del acuerdo climático de París, dado que es un símbolo de la era del anterior presidente, el demócrata Barack Obama.
«La retirada del Acuerdo de París es un paso importante y necesario para revertir las políticas energéticas que destruyen el empleo y el exceso ilegal de la era de Obama», apuntó en un comunicado el fiscal general de Texas (uno de los estados de la coalición), el republicano Ken Paxton, sobre la carta que enviaron a Trump, quien ha prometido tomar pronto una decisión sobre el asunto.
Paxton firmó esta misiva conjuntamente con los fiscales generales de los estados de Alabama, Arkansas, Kansas, Luisiana, Misuri, Nebraska, Carolina del Sur, Virginia Occidental y Wisconsin. De esos estados, sólo dos, Luisiana y Virginia Occidental, están gobernados por demócratas.
Para que el Acuerdo de París entre en vigor se necesitaba que al menos 55 países que sumen en total el 55 % de las emisiones contaminantes globales completaran el proceso de ratificación.
China y EE.UU., los dos países más contaminantes del mundo, suman cerca del 40 % de las emisiones globales y anunciaron de manera conjunta la ratificación del acuerdo a comienzos del pasado septiembre.
Los signatarios sostuvieron que el llamado Plan de Energía Limpia era el eje de la participación de la nación estadounidense en el acuerdo de París y la decisión del presidente Trump de desmantelar este acuerdo demuestra la necesidad de retirarse del pacto de París.
El mandatario firmó a finales de marzo un decreto con el que busca la independencia energética del país y crear empleos, particularmente en la deprimida industria del carbón, a costa de empezar a desmantelar el legado contra el cambio climático de su predecesor en la Casa Blanca.
Una pieza clave de la orden ejecutiva de Trump es que elimina el requisito de que las agencias del Gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones.
El decreto de Trump también pide revisar y reescribir las directrices del Plan de Energía Limpia de Obama, lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32 % las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.
Por otro lado, los firmantes aplaudieron las medidas ya tomadas por el magnate neoyorquino para devolver el poder regulador a los estados e instaron a la continuación de este cambio en la política, que aseguraron que «muchos estadounidenses apoyan». (El Mostrador EFE)