La prensa escrita representa una dimensión crucial en la disputa de los agentes políticos dentro de sistemas democráticos regidos por la competencia electoral. La pugna por alcanzar cierto predominio en el control y construcción de la agenda pública, se transforma en un imperativo para la acción política, sobre todo, cuando las fuerzas políticas enfrentan los desafíos del calendario electoral. Si bien la prensa escrita representa solo una dimensión dentro de una opinión pública cada vez más dinámica, aquella tiene el mérito de representar fielmente las pugnas por el poder y sus respectivas correlaciones de fuerza.
Desde una perspectiva analítica, el estudio de la contingencia política requiere de una observación rigurosa de los registros que va construyendo la prensa escrita. Dichos registros son fundamentales para avanzar hacia una reconstrucción explicativa de los escenarios políticos.
Dentro del ámbito de las ciencias sociales, los avances tecnológicos han ofrecido la posibilidad de acompañar los análisis discursivos –siempre fundamentales dentro del análisis de los medios escritos para acometer la tarea de descifrar el constructo ideológico que sustenta, por ejemplo, los posicionamientos editoriales– con instrumentos informáticos que permiten procesar una enorme cantidad de datos disponibles en el ciberespacio, los cuales posibilitan medir la fuerza en prensa escrita de ciertos conceptos, dependiendo del campo semántico que desee observarse.
Precisamente, estas coordenadas son las que orientan el quehacer investigativo detrás del estudio Imagen de la nueva geografía política en Chile. Estudio de Big Data Especial Presidenciales 2017 [1], investigación desarrollada al interior de la Usach en un marco de colaboración interdisciplinaria entre el Centro de Investigación Sociedad, Economía y Cultura (CISEC) y el Centro de Innovación en Tecnologías de la Información Para Aplicaciones Sociales (CITIAPS).
Actualmente, el escenario político nacional y la conformación de la agenda noticiosa ofrecen circunstancias históricas privilegiadas para observar el modo en que se suceden los cambios políticos. En efecto, el estudio llevado a cabo se circunscribe a las características de un sistema político que se alza como todo un “paradigma” dentro de la ciencia política comparada.
Es difícil encontrar casos donde –en el contexto de una primaria– una coalición gobernante se autoexcluya de la competición electoral frente a sus adversarios políticos, configurando un cuadro que pareciera tender hacia una nueva geografía política en Chile, pasando de una estructura eminentemente duopólica a una de tres tercios. La distribución y concentración de la fuerza en prensa que manifiestan las candidaturas y bloques políticos agrupados en Chile Vamos, Frente Amplio y Nueva Mayoría parecieran ratificar dicha hipótesis.
CANDIDATURAS PRESIDENCIALES
Si bien el estudio Big Data se concentra en las candidaturas de Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón y Felipe Kast, por el lado de Chile Vamos, y de Beatriz Sánchez y Alberto Mayol, por el lado del Frente Amplio, también se ha decidido medir la fuerza en prensa de las candidaturas oficialistas de Alejandro Guillier y Carolina Goic y de la Nueva Mayoría –a pesar de no estar compitiendo formalmente en las primarias–, a fin de observar sus desempeños comparados.
En efecto, la fuerza en prensa que poseen las cartas presidenciales de Chile Vamos y Frente Amplio se concentra y distribuye del siguiente modo:
Claramente, la fuerza en prensa de Sebastián Piñera (5.814) adelanta con creces los registros de sus competidores. Más atrás y en una segunda posición, le siguen Beatriz Sánchez (2.094), quedando en tercer lugar Manuel José Ossandón (1.017), en cuarto lugar Felipe Kast (1.003) y finalmente Alberto Mayol (613).
La fuerza de Sebastián Piñera en prensa (5.814) es mayor que la suma de las cuatro candidaturas que también estarán en la papeleta el próximo 2 de julio: Beatriz Sánchez, Manuel José Ossandón, Felipe Kast y Alberto Mayol (4.727). Ahora bien, si se integran las candidaturas de la Nueva Mayoría al cuadro de las primarias presidenciales, la fuerza en prensa de Alejandro Guillier y Carolina Goic se sitúa detrás de la que consigue Sebastián Piñera, ocupando la segunda y tercera posición respectivamente, desplazando al resto de candidaturas que participarán en las primarias.
Así, la fuerza de Sebastián Piñera en prensa (5.814) es levemente menor a la suma representada por las candidaturas del Alejandro Guillier (3.361) y Carolina Goic (2.581) juntos (5.942).
El marcado predominio de Piñera en la encuestas tiene dos causas explicativas fundamentales. La primera, es la capacidad del ex Mandatario y su comando para instalarse en la agenda de los medios a través de la instalación de hitos políticos específicos. En segundo término, la concentración mediática se explica por temas asociados a conflictos de interés.
En el tránsito que va de abril a mayo –período en que se inscriben y aprueban formalmente las candidaturas por parte del Servel– las representantes que participarán en primarias aumentan significativamente su fuerza en prensa, destacando la irrupción de Beatriz Sánchez, la cual supera durante mayo el registro de Carolina Goic, desplazándola a una cuarta posición. Alberto Mayol hace lo mismo durante mayo, desplazando a las candidaturas de Chile Vamos, Manuel José Ossandón y Felipe Kast, relegándolos a las últimas posiciones.
BLOQUES POLÍTICOS
La configuración de un sistema político que transita de una lógica duopólica a una de tres tercios, pareciera verse confirmada si se observan los registros de la prensa al momento de identificar la fuerza con la que aparecen los principales bloques que disputan la agenda política dentro de un año marcado por las exigencias del calendario electoral, vale decir: Nueva Mayoría, Chile Vamos y Frente Amplio.
La distribución de la fuerza en prensa de los bloques políticos durante el período marzo-mayo del año 2017, ubica a la Nueva Mayoría en primer lugar (7.553), en segundo lugar se instala el Frente Amplio (5.707), cerrando la lista Chile Vamos (3.157).
El Frente Amplio ha logrado estabilizar su fuerza durante los últimos meses, consolidando una sedimentación semántica que es muy probable que se estabilice en el tiempo, al menos, hasta que haya finalizado el período eleccionario en curso.
A diferencia del absoluto predominio que alcanza la fuerza en prensa de las coaliciones políticas tradicionales en el contexto de las elecciones municipales del año 2016, es muy probable que las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias confirmen –al menos en el dominio de la prensa escrita– una nueva imagen de la geografía política del país. (El Mostrador)
Andrés Cabrera