A sólo horas de la cita nacional de alcaldes en Viña del Mar, donde se definirá la nueva mesa directiva de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), la presidenta subrogante del gremio, Karina Delfino (PS), mueve sus piezas para asegurar una mayoría que le permita retener el control en manos del oficialismo por un periodo más.
Pero la edil de Quinta Normal no corre sola. Desde la vereda de la derecha, el alcalde de Zapallar, Gustavo Alessandri (Ind.-RN), ya fue ungido como la carta de Chile Vamos para disputar la presidencia del gremio. Llega con el respaldo cerrado de su sector y con el objetivo claro de arrebatarle la testera a la socialista. La contienda se dará desde este miércoles 26 hasta el viernes 28, cuando se desarrolle la Asamblea General.
Delfino, quien asumió de forma interina tras la renuncia de la exalcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, para irse a la Subsecretaría de Prevención del Delito, ha desplegado en los últimos días una intensa agenda de reuniones con ediles de distintas bancadas y regiones para consolidar una candidatura de consenso que le permita proyectarse en el cargo.
En esa estrategia cuenta con dos aliados clave que han actuado como sus principales articuladores: Tomás Vodanovic (FA), alcalde de Maipú, una figura que en algún momento sonó como presidenciable, y Claudio Castro (Ind., exDC), jefe comunal de Renca. Ambos han delineado junto a Delfino -en una serie de encuentros que han difundido activamente en redes sociales- el camino para asegurar el liderazgo de la AChM.
No es primera vez que trabajan juntos: ya lo habían hecho en la campaña que respaldó la reelección de Claudio Orrego (Ind.) como gobernador de la Región Metropolitana, una apuesta que terminó con un triunfo holgado.
A ese bloque se han ido sumando otros liderazgos que se han cuadrado tras Delfino, como el alcalde de Lo Prado, Maximiliano Ríos (PPD), la jefa comunal de Valdivia, Carla Amtmann (FA), y el alcalde de San Ramón, Gustavo Toro (DC).
Este último, sin embargo, fue uno de los protagonistas de un giro inesperado en la carrera de Delfino. Hasta la semana pasada su candidatura parecía firme por el lado oficialista, pero una reunión interna de los alcaldes democratacristianos cambió el panorama: en esa instancia se discutió no solo el respaldo a Delfino, sino también la opción de levantar nombres propios, como el del mismo Toro, Carlos Gatica (Ind., alcalde de Coyhaique) y Claudia Pizarro (DC, alcaldesa de La Pintana).
Finalmente, fue Pizarro quien terminó siendo presentada como la carta de la DC y quien, además, buscará la presidencia, desmarcándose del diseño original que lideraba la edil de Quinta Normal y dejando en evidencia las tensiones en el bloque oficialista. En la interna de la DC afirman que la diferencias con la alcaldesa Delfino residen en el bajo perfil de los municipios ante el contexto de inseguridad y otros temas donde, dicen, sus voces no han sido escuchadas.

Mientras tanto, Delfino busca alcanzar un acuerdo con Pizarro y viajó junto a Claudio Castro hasta Punta Arenas para asegurar respaldos. Desde su entorno afirman que ya ha sumado a un número importante de alcaldes independientes. Entre los ejes que busca relevar en caso de ser electa destacan la necesidad de devolver estabilidad a la asociación, posicionar el “sentido común del municipalismo” como principio rector, tomar un rol más activo en las discusiones nacionales y visibilizar la crisis de seguridad que enfrentan especialmente los municipios rurales.
El alcalde de Renca afirma que “esta asociación es la única que cumple un rol de representación de todos los municipios en Chile, llevando la voz cada vez más importante del mundo local en la definición de políticas que a nivel nacional impactan en la vida de los ciudadanos que representamos. Es muy importante que la directiva integre la diversidad de los municipios: su transversalidad es una condición que debemos cuidar y resguardar”. En esa línea, señala que tanto los alcaldes del pacto Contigo Chile Mejor, que agrupa desde la DC hasta el PC, como la mayoría de los alcaldes independientes fuera de pacto, entre los que se incluye, han acordado respaldar a Karina Delfino.
ABC DE LA ELECCIÓN MÁS IMPORTANTE DEL MUNICIPALISMO
El proceso que definirá quién lidera la organización gremial de alcaldes tiene varias capas y reglas que, en esta pasada, se juegan con precisión milimétrica.
El primer paso en la antesala de la elección es la conformación de las bancadas políticas dentro de la AChM. Cada partido que cuenta con alcaldes entre los 324 municipios asociados (de un total de 345 comunas del país) tiene derecho a formar una bancada. También pueden hacerlo los independientes fuera de pacto, que se agrupan en una bancada propia. Incluso fuerzas que no alcanzan a constituirse como bancada, como el Partido Republicano, terminan integrando ese grupo de independientes.
A partir de esas bancadas se conforma el Comité Ejecutivo Nacional, un órgano clave compuesto por 33 alcaldes y alcaldesas. ¿Cómo se define su composición? Según el número de alcaldías obtenidas por cada partido en la última elección municipal. Así se distribuyen los cupos entre todas las fuerzas hasta completar los 33 integrantes.
Con los números sobre la mesa, el actual oficialismo llega a la elección con derecho a 11 escaños en el Comité Ejecutivo: tres para el Partido Socialista, dos para el PPD, tres para la Democracia Cristiana, uno para el Partido Radical, uno para el Frente Amplio y uno para la Federación Regionalista Verde Social (FRVS). Por su parte, Chile Vamos 12 cupos, distribuidos entre Renovación Nacional (6), la UDI (5) y Evópoli (1). A ellos se suman los independientes fuera de pacto, que cuentan con 10 representantes: seis del Partido Republicano, uno del Partido Social Cristiano y tres independientes varios.
Cada bancada debe definir internamente qué tres nombres propone para la votación final en Viña del Mar. Solo una vez conformado ese Comité Ejecutivo de 33 personas se abre la elección del Directorio de la AChM, el organismo máximo de la asociación, compuesto por 13 ediles.
Son esos 13 los que finalmente lideran la entidad y eligen el orden del directorio. Para eso antes habrán sido elegidos en votación directa por los alcaldes asistentes a la asamblea. Para que haya votación válida, debe haber quórum: al menos 163 ediles presentes, es decir, la mitad más uno de los 324 con derecho a voto. Y en esa instancia, cada alcalde puede votar por siete nombres.