El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alentó el racismo organizado que causó los hechos de violencia en Charlottesville el viernes y sábado.
Así lo afirmó el alcalde de la ciudad, Michael Signer, apuntando el dedo directamente contra el jefe de Estado.
“Miren la campaña electoral. La responsabilidad de lo sucedido” el sábado en la localidad de Virginia durante la manifestación de los supremacistas blancos “es de la Casa Blanca”, disparó el alcalde este domingo.
En tanto, Trump enfrenta acusaciones de todos los sectores por no haber condenado explícitamente la violencia de los racistas. Ante ello, la Casa Blanca lo defendió.
Trump condena “todas las formas de violencia, intolerancia y odio”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
“El presidente dijo claramente que condena todas las formas de violencia, intolerancia y odio y obviamente esto incluye a los supremacistas blancos, el KKK y neo-nazis y todos los grupos de extremistas. Pidió la unidad del país”, enfatizó el comunicado.
CASA BLANCA: CONDENA INCLUYÓ A NAZIS Y KKK
La Casa Blanca aseguró que la condena de este sábado del Presidente Donald Trumpal acto “de odio y fanatismo” en Charlottesville, donde una persona resultó muerta y más de 20 heridos, “por supuesto” también se refería a los supremacistas blancos que convocaron la marcha “Unir a la Derecha”.
“El Presidente dijo ayer, sábado, con mucha contundencia que condena todas las muestras de violencia, fanatismo y odio”, indicó la Casa Blanca en un comunicado, firmado por un portavoz que pidió el anonimato.
“Y por supuesto, eso incluye supremacistas blancos, el Ku Klux Klan (KKK), neonazis y todos los grupos extremistas”, agregó la nota.
Por último, insistió en el llamado del Presidente Trump “a la unidad nacional de todos los estadounidenses”.
El mandatario ha sido objeto de fuertes críticas después de que este sábado condenase “el odio y el fanatismo” por “múltiples partes”.
Aunque calificó de “terrible” lo sucedido, Trump no citó expresamente a los supremacistas blancos que habían convocado la marcha, entre los que se encontraba David Duke, exlíder del KKK, y algunos de los cuales portaban esvásticas nazis.
Estos protestaban por la retirada de una estatua en el centro de Charlottesville del general confederado Robert E. Lee, considerado un símbolo de la defensa de la esclavitud y el racismo.
La ciudad universitaria de unos 50.000 habitantes, a apenas 200 kilómetros de Washington, se despertó consternada por la caótica jornada de este sábado tras los violentos choques por una marcha de supremacistas blancos.
Poco después, un conductor embistió contra un grupo de opositores a la marcha racista luego de que esta fuese cancelada por las autoridades.
Como consecuencia, una mujer de 32 años falleció y una veintena de personas sufrió heridas de diversa consideración.
Además, dos agentes de la policía estatal de Virginia fallecieron tras estrellarse el helicóptero en el que viajaban y que estaba ayudando en las labores de vigilancia para proteger la seguridad en la ciudad. (La Tercera-Ansa-La Nación EFE)