Dice un dicho campestre que “no hay tiento que no se corte ni tiempo que no se cumpla”. Después de cuatro años intensos e inolvidables, finalizo mi gestión como embajador de la República Argentina en Chile. Tuve la oportunidad de desplegar mi tarea con dos gobiernos de signos políticos distintos. Tengo la convicción de que estamos ante una política de Estado entre Chile y Argentina, tanto en las relaciones bilaterales como en nuestra proyección internacional.
Un objetivo central de la gestión fue profundizar el rol estratégico de Chile y Argentina en la construcción de un Cono Sur “Bi Oceánico”, que permita desarrollar nuestra presencia global como región. Impulsamos una activa política energética binacional que dejó atrás momentos de incertidumbre para consolidar una matriz que nos permitirá, a través de la creciente provisión de gas argentino y las interconexiones eléctricas, continuar fortaleciendo la seguridad y mejores costos del sector y proteger el medio ambiente. Fortalecimos la interacción en la frontera con construcciones y mejoramiento de complejos, pavimentación de pasos, reactivación de ramales ferroviarios, puesta en marcha del Sistema Migratorio Simplificado y, en brevísimo plazo, el Sistema Aduanero Simplificado que reducirá a un solo trámite el proceso, facilitando con todo ello la circulación de más de siete millones de personas por año.
Más de 60 reuniones presidenciales, ministeriales y regionales abarcando la más amplia gama de temas, desde los Derechos Humanos y el trabajo científico hasta la tarea conjunta en Defensa, ciberseguridad y desastres naturales.
Se impulsó y aprobó en ambos Congresos la firma de un acuerdo comercial de última generación. Recibimos más de 30 misiones comerciales y 1.500 reuniones de negocios. Se promovió el multilateralismo y la integración: la investigación científica en los mares del sur, la protección de áreas marítimas protegidas y las actividades conjuntas que llevamos en la Antártida son un ejemplo de una acción bilateral con impacto global.
El 9 de noviembre se inició la campaña en el Buque Científico Argentino “Angelescu”: moviliza a equipos y científicos chilenos y argentinos para la primera campaña de investigación sobre los efectos del cambio climático en el Canal Beagle, ratificando la construcción de una visión común.
La creación de la “Red de Científicos Argentinos”, el trabajo de la Brigada Militar Conjunta “Cruz del Sur”, los avances en la eliminación del roaming en las comunicaciones, el fomento de la cooperación satelital y de radares, el impulso de las industrias creativas, la cooperación turística y el lanzamiento en 2018 de los Parques Binacionales Conjuntos.
La intensidad de la relación cultural desde el Acuerdo y Producción Conjunta en Cinematografía hasta las más de 600 participaciones argentinas en espectáculos artísticos, desde el cine y el teatro hasta la presentación de plásticos y escritores argentinos y el Acuerdo Estratégico con la Universidad de Chile para las Artes, las Humanidades y las Ciencias.
Nos incorporamos como miembros observadores de la Alianza del Pacífico y ese mismo año se celebró en Buenos Aires la primera Reunión Conjunta Mercosur/Alianza del Pacífico, con la presencia de sus ocho cancilleres. Es el 90% de la región latinoamericana y habilita un diálogo político y de convergencia más allá de las diversidades que cada una de ellas expresan.
Sé, como exgobernador de la Provincia de Mendoza y por mi relación permanente con Chile desde mi juventud en 1964, la desafiante tarea que significa representar a mi país en su vecino más significativo, con 5.000 km de frontera y 200 años de historia común. Compartimos los bicentenarios del Cruce de los Andes del Ejército Libertador, las Batallas de Chacabuco y Maipú.
Los anhelos de libertad, independencia e integración de los Padres de la Patria, San Martín y O’Higgins, continúan inspirando el presente de nuestros pueblos y gobiernos.
Mi mujer Mónica y yo no encontramos palabras para agradecerles a las chilenas y chilenos tanta amistad y cariño. Simplemente decirles: “De Chile no nos vamos, porque nunca llegamos… siempre estuvimos”.
José Octavio Bordón
Embajador de la República Argentina en Chile