Aróstica (TC): «Ni politizar el derecho, ni judicializar la política»

Aróstica (TC): «Ni politizar el derecho, ni judicializar la política»

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La inauguración del seminario «La jurisdicción constitucional en Alemania y en Chile», realizada ayer en la sede del Tribunal Constitucional (TC), estuvo marcada por el debate de las atribuciones y el rol que juega este tipo de organismo a nivel mundial.

El presidente del TC, Iván Aróstica, volvió a realizar una defensa de sus competencias -tal como lo hizo en su primera cuenta pública el 13 de abril-, luego de las críticas de congresistas por la sentencia que declaró inconstitucional el artículo 63 de la reforma a la educación superior.

En el seminario estaban presentes los seis ministros del Tribunal Constitucional Federal alemán, que están de visita oficial de tres días en nuestro país. La delegación la encabeza el presidente de la institución, Andreas Vosskuhle.

Aróstica explicó en su discurso que «en ninguna otra instancia institucional se cruzan con tanta evidencia, como en los tribunales constitucionales, las cuerdas de la política y las cuerdas del derecho y la justicia»

A juicio del presidente del TC chileno, «para el logro de ese equilibrio difícil entre las realidades de la política y los imperativos de la justicia, no hay reglas exactas ni hay modelo que ofrezca respuestas para todo».

Agregó que «la justicia constitucional supone estudio constante, rigor jurídico a toda prueba y una resuelta lealtad tanto a la letra como al espíritu de la Constitución. Supone también, por supuesto, una cuota no menor de prudencia, esa vieja y a menudo subestimada virtud que para Aristóteles designaba la recta justicia no solo en el pensamiento sino también en la acción».

En el discurso, además, se refirió al quiebre constitucional vivido en 1973, «que significó el derrumbe de la democracia chilena», y a una nueva Constitución dictada en 1980, que ha sido sometida a sucesivas reformas en los años posteriores.

Aróstica recordó también la «experiencia totalitaria nazi» que vivieron los alemanes.

«Es perfectamente posible, en contextos de mesianismo político, que los mecanismos democráticos terminen siendo cooptados por derivas autoritarias o francamente totalitarias».

Según el magistrado, la experiencia histórica de todas las sociedades prueba que entre «las dinámicas de la ley de las mayorías y el respeto a las garantías de los derechos suele haber un foco de conflictos que es preferible que el orden institucional anticipe y afronte. La peor solución es eludir el problema».

Durante su exposición de nueve puntos, el presidente del TC alemán también defendió el control constitucional. En su discurso dijo que «no hay otro más adecuado que el Tribunal Constitucional para el control de las leyes del Parlamento».

Vosskuhle añadió que «las sentencias son jurídicas y no políticas (…) La libertad y la justicia se garantizan en forma conjunta». (El Mercurio)

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