En su edición del 19 de abril, “El Mercurio” publicó un editorial titulado “Maniobras en Taiwán”, que resumió los recientes ejercicios militares realizados por Estados Unidos en el estrecho de Taiwán y la implementación de su “Estrategia sobre el Indo-Pacífico”, considerando que Estados Unidos ha tomado la decisión de rodear y contener completamente a China en el supuesto “Indo-Pacífico”. Como país importante en Asia-Pacífico, todos los sectores de Chile están muy atentos a la situación en dicha región, por lo que me gustaría compartir algunas ideas que tengo al respecto.
Primero, los actos de colusión entre Estados Unidos y Taiwán socavan el statu quo en el estrecho de Taiwán y ponen en peligro la paz y la estabilidad del área. En el mundo existe una sola China, el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China, y Taiwán forma parte inalienable del territorio chino. Este es el statu quo en el estrecho de Taiwán y una realidad establecida por el Derecho Internacional, así como la base para la paz y la estabilidad en la zona.
Sin embargo, las autoridades taiwanesas vienen pretendiendo procurar la independencia valiéndose de Estados Unidos, mientras que este último está utilizando a Taiwán para contener a China, buscando cambiar el estatus político en el Estrecho, lo que socava gravemente la soberanía y la integridad territorial de China, desafía públicamente el Derecho Internacional y las normativas básicas de las relaciones internacionales, y consiste en la mayor amenaza para la paz en el estrecho de Taiwán.
En segundo lugar, cabe señalar que la Estrategia sobre el Indo-Pacífico de Estados Unidos está diseñada esencialmente para crear división y fomentar la confrontación. Es una engañosa estrategia que se presenta bajo el lema de “libertad y apertura”, cuando en realidad solo busca crear pequeños círculos de aliados en Asia-Pacífico, con el fin de contener a China y para que los países actúen como “peones” de la hegemonía estadounidense. Los intentos de Estados Unidos de convertir Asia-Pacífico en bloques, generar una nueva OTAN y una nueva Guerra Fría en la zona van en contra de las aspiraciones populares por la paz y el desarrollo de los países de la región, y están condenados al fracaso. Quien saca las castañas del fuego para contener a China, seguro que se quema.
En tercer lugar, la integración regional y la construcción de una comunidad de futuro compartido de Asia-Pacífico es de interés para todas las partes. Asia-Pacífico es la región donde la globalización y el libre comercio tienen más alta aceptación y más logros destacados. Las iniciativas de cooperación como RCEP, CPTPP y DEPA están avanzando exitosamente en Asia-Pacífico, y la región está entre las primeras en salir de la pandemia del covid-19 y llevar a cabo una recuperación económica. Redunda en el interés de todos los países en Asia-Pacífico, incluido Chile, unirse para resistir la mentalidad de Guerra Fría, la política de bloques y la “desconexión económica” y el “corte de las cadenas industriales y de suministro” y defender conjuntamente una región abierta, inclusiva, unida y cooperativa.
Asia-Pacífico es una tierra de paz y desarrollo, y de ninguna manera debería convertirse en un escenario de conflictos geopolíticos. Los intereses de China y de los países en Asia-Pacífico están profundamente integrados, y el camino de beneficio mutuo y ganancia compartida será cada vez más amplio. Quien intente obligar a otros países a aislar a China, terminará aislado de los demás. (El Mercurio)
Niu Qingbao
Embajador de China en Chile