«Es una mezcla de arrogancia con ignorancia», fue uno de los comentarios que generó en el bacheletismo el error que cometió el Presidente Gabriel Boric al omitir el apoyo de EE.UU. a la coalición por los océanos, pese a que el enviado especial de la Casa Blanca para el clima, John Kerry, estaba presente en el acto realizado en Los Ángeles.
Sin embargo, la crítica no se limitó al desaire que protagonizó el Mandatario hacia el país norteamericano y a una de las figuras más importantes a nivel mundial en materia de protección marina, sino que también al hecho de que Boric no realizó ningún gesto de reconocimiento a lo realizado por el gobierno de la ex jefa de Estado en la materia.
“No se dignó a mencionar lo que hicimos nosotros”, lamentaron en privado fuentes del sector a Emol, apuntando a la ausencia de referencias por parte del gobernante en el evento a la labor realizada en el segundo mandato de Bachelet en la protección de los océanos, las cuales fueron lideradas por el ex canciller Heraldo Muñoz.
El malestar también se ha replicado en círculos diplomáticos y medioambientales. En el primero por que consideran que el incidente representa un «tropiezo» en la relación bilateral con Washington y un «ninguneo» a una figura clave en el tema como Kerry, quien fue precisamente el que invitó a Chile en 2014 a participar de estas iniciativas.
En efecto, en esa época, el ex secretario de Estado norteamericano lideró la creación de Our Oceans, una iniciativa que buscaba abrir un debate sobre la necesidad de proteger la biodiversidad marina y comprometer a los países a realizar acciones concretas en esa dirección, trabajando codo a codo con Muñoz.
De hecho, la segunda conferencia de esa instancia se realizó en Viña del Mar en 2015, en la cual participó el propio Kerry junto a otras figuras reconocidas por su labor en la materia, como el príncipe Alberto de Mónaco.
Hasta la fecha, Our Ocean han generado compromisos para proteger millones de kilómetros cuadrados de océano.
Kerry visitó Chile en 2015 para participar de la cumbre de Our Oceans en Viña del Mar. La conferencia también ha recaudado fondos para promover productos del mar sostenibles, limpiar los desechos marinos y tomar medidas enérgicas contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, entre otras medidas, según han destacado desde el Departamento de Estado de EE.UU.
En Chile, durante el gobierno de Bachelet, se logró establecer cerca de un millón y medio de kilómetros de áreas marinas protegidas en las Islas Desventuradas, en San Félix y San Ambrosio, un área marina protegida de múltiples usos en Rapa Nui, una en el Archipiélago Juan Fernández y otra en Cabo de Hornos.
Asimismo, durante ese periodo, el Ejecutivo se comprometió a crear la primera Política Nacional Oceánica, en coordinación con otros ministerios, la Armada de Chile y otras entidades medioambientales y académicas, la cual fue aprobada mediante un decreto firmado por la ex Mandataria en febrero de 2018.
«NOVATADA»
«Un traspié», «incómodo momento» y hasta «novatada». Esos son algunos de los calificativos con los que la prensa internacional ha definido el incómodo momento protagonizado por el Presidente Gabriel Boric durante el lanzamiento de la Coalición por los Océanos -en el marco de la Cumbre de las Américas-, al criticar la ausencia de Estados Unidos, sin percatarse que el país sí estaba representado.
En efecto, al extremo de la mesa de la conferencia estaba el enviado especial para asuntos climáticos John Kerry, quien lleva los temas medioambientales de Estados Unidos desde 2021. Además es ex candidato presidencial y fue jefe de la diplomacia estadounidense durante la segunda administración de Barack Obama.
Luego de rectificar sus dichos gracias a un improvisado papel que le entregó su asesor Carlos Figueroa, la reacción de Kerry se ha convertido en una de las frases más llamativas del impasse: «sólo tengo una pregunta, ¿dónde están las cervezas?», sostuvo el aludido, generando risas entre los presentes.
Esto, en alusión al encuentro en un bar que Boric sostuvo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Como era evidente, varios medios alrededor del mundo no dejaron pasar la oportunidad de resaltar el hecho.
El medio español La Gaceta lleva una nota titulada «Gabriel Boric protagoniza una accidentada gira en Canadá y Estados Unidos», donde apuntan a «numerosos tropiezos», y destacan el «desaire a Estados Unidos acusándolo de no estar presente en la cumbre, pero lo que Boric no sabía es que estaba John Kerry en representación de la Casa Blanca».
En tanto, el medio colombiano Semana, tituló: «¿sufrió una novatada? Boric arremetió contra EE.UU. sin percatarse de la presencia de John Kerry», donde relatan el hecho y recalcan la frase de respuesta que hizo el aludido respecto a las cervezas, como «una forma burlesca a la que se adhirió la representante de Canadá en la mesa, la canciller Melanie Joly».
En tanto, el diario argentino Clarín, tildó de «incómodo momento» la situación protagonizada por el Mandatario en la Convención de Las Américas, donde «criticó a Estados Unidos, pero a los minutos tuvo que retractarse».
Agregan a la información que «el presidente chileno le reprochó una supuesta ausencia, sin darse cuenta que cerca suyo estaba sentado el representante de la Casa Blanca, John Kerry».
La Nación de Argentina fue aún más gráfico y decidieron resaltar el detalle del momento en que Figueroa hizo notar su error al Mandatario: «Gabriel Boric increpó a Estados Unidos pero le pasaron un papelito para marcarle que se había equivocado«.
Luego, agregaron que «el mandatario chileno hizo un reproche pero ignoró que a dos puestos de él se encontraba el representante de la Casa Blanca, John Kerry».
A diferencia de los otros medios que interpretaron como una «burla» o «ironía» de Kerry la respuesta alusiva a las cervezas, este diario transandino planteó que el enviado estadounidense intentó «salvar el momento» y «lanzó una broma en la que le hizo un guiño a Boric, quien en su presentación había comentado que abordó el tema de los océanos con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, mientras tomaban una cerveza en un restaurante de Ottawa». (Emol)