El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, instó hoy en Bagdad a «la reconciliación nacional» para vencer al grupo terrorista Estado Islámico (EI), que es blanco de una ofensiva militar contra su feudo del norte de Irak.
Durante su visita a ese país, la autoridad de la ONU denunció que «el EI ha explotado sin piedad las divisiones» entre los distintos componentes religiosos y étnicos de la sociedad iraquí, por lo que esa reconciliación es «una parte importante de la estrategia para derrotar» al grupo yihadista.
El secretario general de la ONU pidió en rueda de prensa a los políticos iraquíes, la sociedad civil y los líderes tribales «trabajar juntos por la paz y la prosperidad», al tiempo que se mostró «impresionado» por los avances logrados por el Ejército contra el EI.
Un discurso similar dio ante el Parlamento de Irak, donde subrayó que el grupo terrorista «no será derrotado sólo por medios militares», sino abordando las «raíces» del problema, entre ellas la marginación que sentía la minoría suní.
Al respecto, Ban Ki-moon urgió a que en las operaciones militares «se respeten los derechos humanos y la ley internacional», sin caer en actos de venganza como asesinatos y destrucción de propiedades.
Las organizaciones de derechos humanos han acusado a los milicianos chiíes y a las fuerzas kurdas «peshmergas» de cometer estos crímenes contra la población suní, en venganza por su supuesto acuerdo con el EI.
Sobre los kurdos, el responsable de la ONU destacó la necesidad de diálogo entre el Gobierno de Bagdad y el de Erbil, donde viajó también en esta jornada para reunirse con la dirección de la región autónoma del Kurdistán. Ban Ki-moon, que se entrevistó con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, y el presidente del Parlamento, Selim Yaburi, también se refirió a las reformas económicas y políticas que necesita el país.
Solicitó el respaldo del Ejecutivo y el Legislativo a las reformas de Al Abadi y, a los políticos, que dejen de lado «el nepotismo» y la corrupción.
El primer ministro se ha comprometido a remodelar el gabinete para que esté formado por tecnócratas y alejado de las influencias de los distintos grupos políticos y sectarios, pero la tarea no es fácil.
En su comparecencia, Ban Ki-moon aludió asimismo a la restauración de la seguridad y la reconstrucción de las zonas arrebatadas al EI, una tarea a la que se comprometieron los presidentes del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, y del Banco Islámico de Desarrollo (BID), Ahmad Mohamad Ali, que acompañan al secretario general en su viaje.
Las fuerzas iraquíes recuperaron en diciembre pasado la capital de la provincia occidental de Al Anbar, Ramadi, y, aunque en la zona prosiguen los combates contra el EI, lanzaron hace dos días otra operación en el norte. La llamada operación «Al Fatah» (la Conquista) pretende expulsar al EI de la provincia septentrional de Nínive, cuya capital, Mosul, es el principal bastión de los yihadistas en Irak.
Los combates se concentran desde el jueves en el distrito de Al Qayara, donde las tropas y los milicianos suníes abatieron hoy a un comandante militar local del EI y recuperaron el control de la población de Al Nasr.
El portavoz militar de Nínive, Faras Sabri, reveló a EFE que el comandante de las fuerzas terrestres del Ejército, general Riad Yalal Tawfiq, llegó hoy a la ciudad de Majmur para supervisar la ofensiva de Al Qayara.
En Majmur se han desplegado desde febrero refuerzos del Ejército y la Policía para participar en las operaciones militares, y desde allí un gran contingente militar se desplazó hoy a Al Qayara, donde las posiciones de los yihadistas son bombardeadas con artillería y por la aviación.
Además, en las últimas 24 horas, milicias yazidíes, kurdas y la Fuerza de Protección de Sinyar arrebataron al EI el control de las zonas fronterizas con Siria de Um al Dubian y Um Yereis, en la región de Sinyar.
Según un comunicado de la Comandancia de las Operaciones Conjuntas, estas conquistas cortan la línea de suministros «más importante entre los dos países» de los yihadistas, que dominaban la zona desde agosto de 2014.
El representante del distrito de Sinyar en el Consejo de Nínive, Daud Guendi Kalu, dijo que al menos 50 yihadistas murieron en la batalla de Um al Dubian y Um Yereis, así como tres milicianos yazidíes.
También fueron liberados 52 miembros de la minoría yazidí (de etnia kurda y cuya religión se basa en el zoroastrismo), en su mayoría mujeres, niños y ancianos, que estaban secuestrados por el EI.
Estas ofensivas contra el grupo terrorista en Irak coinciden con otra del Ejército sirio en la ciudad de Palmira, donde las tropas gubernamentales recuperaron el control de las ruinas grecorromanas declaradas Patrimonio Mundial de la Unesco. Emol.com