En mayo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó a 11,5% en doce meses, pero todavía le quedarían meses para alcanzar su punto máximo. Durante el tercer trimestre de este año, la variación anual de la inflación llegaría a algo por debajo del 13%, actualizó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio.
La presidenta del instituto emisor, Rosanna Costa, reiteró esta proyección ante la comisión de Hacienda del Senado, y agregó un antecedente adicional al debate: explicó que en Chile el principal factor del aumento de la inflación sigue siendo el “significativo incremento” que tuvo la demanda el año pasado. Esto se traduce en que, según las estimaciones del ente rector, del orden de dos tercios del aumento de la inflación acumulada desde inicios de 2021 se asocia a factores internos, algo que despertó inquietud entre los parlamentarios.
“El fenómeno inflacionario que estamos viviendo es, sin duda, un fenómeno global y multicausal, pero su intensidad está directamente relacionada con una serie de factores internos que, en su conjunto, explican la mayor parte del aumento de la inflación local durante el último año y medio”, aclaró la economista. Y agregó que dentro de ellos destaca la fuerte alza del gasto que hubo en el año pasado y la mayor incertidumbre que ha mantenido al tipo de cambio por sobre sus valores de largo plazo.
Costa agregó que, en la sorpresa que ha significado el alza de la inflación en los últimos meses, destaca el impacto de las presiones de costos globales, consecuencia de los mayores precios de las materias primas, la energía y los alimentos, provocado “en parte importante” por la invasión rusa a Ucrania.
Precisó que esto se ha producido en un contexto en que las dificultades en las cadenas de distribución global “siguen presentes, e incluso se agravaron” producto de los confinamientos en China, cuando además el peso se mantiene depreciado y la brecha de actividad sigue siendo positiva.
“A diferencia de trimestres previos, la mayor parte de la sorpresa inflacionaria de los últimos meses se relaciona con los precios de los alimentos y los volátiles”, precisó la autoridad, y detalló que la inflación acumulada entre marzo y abril -de 3,3 puntos porcentuales- fue “significativamente superior” a lo previsto en el IPoM de marzo. De hecho, acotó que “la descomposición de la sorpresa muestra que más del 90% de ella provino de aumentos mayores a los previstos de alimentos, energía y otros componentes volátiles”.
CAMPO DE ACCIÓN
Ante el cuadro actual, la economista fue enfática: “No puedo sino volver a señalar la relevancia de que nuestra economía sea capaz de resolver los desequilibrios que acumuló durante el año pasado”, y reconoció que “el gobierno está haciendo un esfuerzo muy importante al atender las necesidades más urgentes en forma focalizada y dentro de un marco presupuestario que también busca estabilizar el gasto público en niveles coherentes con los fundamentales de largo plazo de la economía”.
La líder del Consejo puntualizó que un “elemento clave” para la convergencia de la inflación a la meta de 3% en un plazo de dos años es que continúe la resolución de los “significativos desequilibrios” que acumuló la economía en 2021. Comentó que, si bien la liquidez remanente de las medidas de estímulo adoptadas en 2021 seguirá sosteniendo el consumo en lo inmediato, “la mayor parte de sus fundamentos apuntan a que este se debilitará durante la segunda parte del año”.
Costa señaló que “sin duda que el aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) no es un hecho inocuo para una economía”, precisando que tiene impactos “en muchos ámbitos”. Comentó que sus proyecciones adelantan que la actividad se contraerá por varios trimestres, “resultado que en parte es la respuesta necesaria de la economía para ajustar los excesos de gasto que se observaron el año pasado a niveles que sean sostenibles dado nuestro potencial productivo”.
En su opinión, “por muy complejo que pueda parecer en este momento, no llevar a cabo este ajuste solo aumentará los costos de tener una mayor inflación”.
¿Y LA INVERSIÓN?
Otra preocupación para los senadores de la comisión de Hacienda fue el panorama que se augura para la inversión. El instituto emisor prevé “caídas más significativas durante este año y el próximo”: estima que la Formación Bruta de Capital Fijo caerá 4,8% este año -un punto por debajo de lo esperado en marzo- y para 2023 contempla una contracción de 2,2%, dos puntos más profunda que la merma de 0,2% que se anticipaba hace tres meses.
“Los fundamentos de la inversión también han empeorado”, alertó Costa, quien detalló que las condiciones financieras “juegan un rol relevante el deterioro ya ocurrido en el mercado de capitales y los menores niveles de ahorro de largo plazo para el financiamiento de la inversión”.
Precisó que a esto se suman las revisiones del catastro de inversión de la Corporación de Bienes de Capital, “la persistencia de una elevada incertidumbre y una caída generalizada de las expectativas empresariales”. (DF)