En su primera reunión de 2018, el Consejo del Banco Central optó por la mesura y decidió reafirmar la tasa de política monetaria en 2,5%, tal como lo anticipaban diversas encuestas. Eso sí, moderó su sesgo expansivo, ya que estima que las amenazas a la convergencia a la meta de 3% -incluido el impacto del tipo de cambio en la inflación- disminuyeron respecto al Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre.
En esta sesión debutaron una serie de cambios, como ampliar la duración de la reunión a dos días e incluir más información en el comunicado. De esta forma, el ente rector informó que la decisión de mantener fue adoptada por la unanimidad de sus miembros: Mario Marcel, Joaquín Vial, Pablo García y Rosanna Costa.
En el comunicado, el Consejo planteó que el escenario del IPoM de diciembre sigue vigente, pero algunos riesgos presentados allí han dismuido, enfatizando que la economía empieza a lograr la “tracción prevista”.
“Así, aunque en los próximos meses la inflación sea algo menor que lo previsto, principalmente por la evolución del tipo de cambio, las amenazas para su convergencia a 3% se han atenuado en el margen”, expresó el Consejo.
Es por eso que la entidad manifestó que la orientación vigente de la política monetaria “sigue siendo la adecuada”, con un impulso monetario que se mantendrá en un nivel similar al actual, “y que solo comenzará a retirarse una vez que se consolide el cierre de las holguras”. Acotó, eso sí, que el Consejo seguirá atento a señales que podrían retrasar la convergencia de la inflación al 3% que pudieran justificar un impulso adicional.
De este modo, el banco reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria “con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.
MEJORAN LAS CONDICIONES
En su análisis del contexto internacional, el instituto emisor subrayó que el escenario relevante para la economía chilena “sigue mejorando”, con un buen desempeño de las economías desarrolladas, una positiva sorpresa en el PIB de China en el último trimestre de 2017 y condiciones financieras que permanencen favorables. “Todo esto en un contexto de mercados bursátiles al alza y baja en los premios por riesgo”.
Respecto al escenario interno, destacó que los datos de actividad del cuarto trimestre de 2017 “son algo mejores que lo previsto” en el escenario base del IPoM, con sorpresas “importantes” en sectores asociados a la inversión, un consumo que mantiene la tendencia de los meses previos y un crecimiento de la masa salarial que sigue apoyando la expansión del consumo.
En términos de la inflación, indicó que ésta no ha mostrado mayores sorpresas y su evolución sigue dando cuenta del impacto de la apreciación del peso en los últimos meses, el bajo dinamismo de la actividad y el efecto de algunos shocks puntuales, panorama en donde las expectativas de inflación tuvieron “movimientos acotados”, y mientras a corto plazo se han ajustado a la baja, “a dos años plazo no muestran cambios respecto a lo observado en la reunión anterior”.
¿CUÁNDO SUBIRÁ LA TPM?
Más allá de la mantención de la tasa, la atención de los analistas estaba puesta en el sesgo de política monetaria para dilucidar lo que vendrá en los meses venideros. Y de acuerdo a los expertos, la visión expuesta por el Central indica que el 2,5% se mantendrá por un buen tiempo.
«Esta visión reafirma la expectativa de que no se modifique la tasa referencial por varios meses», dijo el economista de Scotiabank, Benjamín Sierra. Desde Banchile Inversiones señalaron que el comunicado reflejó que el riesgo deflacionario asociado a un peso más fortalecido se vio ligeramente contrarrestado por las mejores perspectivas de actividad para el presente año.
De hecho, ahora la pregunta es cuándo comenzaría el proceso de alzas de tasas, lo que para algunas entidades como Banchile ocurrirá en la segunda mitad del año.
«Seguimos pensando que las brechas de actividad impulsarán rápidamente los precios en la segunda mitad de 2018, con lo cual la inflación cerraría el año en torno a 3%, y consecuentemente la TPM se incrementará dos veces durante el segundo semestre», indicaron.
«Con este comunicado, se consolida la opción de mantención de TPM en 2,5%, para luego comenzar un proceso de normalización monetaria hacia fin de año», plantearon desde BCI Estudios.
Para Itaú, el Central parece estar alejándose gradualmente de un sesgo expansivo debido a una visión más robusta para la actividad, pero acotó que todavía hay posibilidad de recortes adicionales «especialmente debido al comportamiento de la inflación transable».
BBVA cree que de ver el vaso medio vacío hace algunas semanas, el instituto emisor pasó al «bando de los optimistas».
«Optimismo en la recuperación de la economía e indiferencia a la apreciación del peso y su impacto desinflacionario lo llevan a estimar que (incluso) las amenazas a la convergencia inflacionaria se han atenuado», afirmó, agregando que los riesgos de observar recortes desaparecen. (DF)