En la sede de Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York, el Presidente Gabriel Boric intervino en la sesión plenaria de la Cumbre para el Futuro, criticando en el marco de su alocución a los vetos que Estados Unidos y Rusia han impuesto en contexto de los conflictos geopolíticos que involucran a Ucrania y la Franja de Gaza.
La cumbre es convocada por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, con la finalidad de «rediseñar el sistema multilateral y dirigir a la humanidad hacia un nuevo rumbo para cumplir los compromisos existentes y resolver los retos a largo plazo», según se indica en la página oficial de Naciones Unidas.
«Nos invita el Secretario General a hablar sobre el futuro cuando, sin lugar a dudas, imagino que para la gran mayoría de nosotros cuesta mucho asir el presente», partió afirmando el Mandatario chileno, argumentando que «en los últimos años se ha vuelto más difícil gobernar. Hay una innegable democratización de la información, lo que nos obliga a quienes tenemos responsabilidades de gobierno a ser mucho más transparentes ante la ciudadanía de cómo y por qué tomamos las decisiones que tomamos».
Asimismo, indicó que «hay un sentido malestar que recorre el mundo en sus diferentes expresiones en donde no pareciera primar el optimismo respecto al futuro. Por lo tanto, lo que nosotros tenemos que preguntarnos como gobernantes, es qué podemos hacer precisamente para cambiar eso».
Dicho eso, señaló que «hoy día creo que existe bastante consenso a nivel mundial en que ya no existen o no debieran existir clases privilegiadas y que la riqueza que el mundo genera, debiera distribuirse de manera mucho más equitativa de lo que ha sido hasta el día de hoy. Tanto en el mundo pensado dentro de sus Estados-nación, como al interior de nuestros mismos países».
«La otra consideración importante es que esto debe hacerse en atención a los recursos finitos que tenemos en nuestro planeta y en donde la crisis climática, que impacta con mucha fuerza a muchos de nuestros países, tiene que ser una preocupación prioritaria», añadió.
En esa línea, relevó que «parte de esto es lo que se aborda en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que acordamos como países miembros de las Naciones Unidas. Sin embargo, el Presidente Lula cuando hablaba ayer acá, desde esta tarima, nos recordaba que si seguimos al mismo ritmo que hoy día, solo el 17%, escuchen bien, el 17% de esos objetivos se van a haber cumplido».
Por este motivo, Boric reconoció como «preocupante que cada uno de nosotros venga acá, repita alguna letanía y después pase alguna reunión bilateral, sin tomar cada uno de nosotros el sentido de urgencia que tienen las cosas, a las que nosotros mismos nos hemos comprometido y que no estamos cumpliendo».
Bajo esas consideraciones, Boric expresó: «desde Chile les digo con frustración, pero también con esperanza, que si no hemos hecho lo que debemos para construir un mundo mejor, todavía estamos a tiempo para hacerlo, y eso requiere cambiar nuestras instituciones».
«Las Naciones Unidas, están hechas en la forma de un mundo que ya no existe», continuó. «El 2024 no es 1945, lo hemos visto en diferentes casos, en donde un país u otro, según el conflicto geopolítico, veta una resolución, por ejemplo, en el caso de Palestina recientemente con el veto de Estados Unidos o anteriormente lo hace Rusia respecto a algún otro conflicto, si es que no le gusta esa resolución».
En ese sentido, aseveró que «estos países no debieran tener derecho a veto y que en el Consejo de Seguridad no está representado el mundo como es hoy. Desde Chile, sin pretender integrar el Consejo de Seguridad, exigimos sí que cambien las reglas del juego para que se adecúen de una vez por todas al nuevo mundo en que vivimos».
Con todo, el Presidente concluyó que «si no somos capaces de cambiar esta institución en donde todos supuestamente somos personas serias, razonables, que están aquí en representación de sus países ¿Cómo le vamos a exigir a nuestros mismos pueblos que cambien?».
«Tenemos tremendos desafíos por sacar adelante y sin lugar a duda la ONU, la Organización de Naciones Unidas, ha sido un elemento importante para hacerlo, pero le falta más vitalidad y se la podemos dar nosotros mediante un cambio en las reglas del juego», cerró. (Emol)
